Luego de culminado el discurso de Nicolás Maduro en el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), el presidente de la Asamblea Nacional (AN), Juan Guaidó, declaró la ilegitimidad de Maduro en la presidencia y convocó para este viernes a un cabildo abierto a las 11:00 de la mañana.
“El día de hoy constituye el final del corolario para la instauración de la dictadura. Por primera vez desde 1958, Venezuela tiene un gobierno de facto que no fue electo por el voto, sino que secuestró el Estado para beneficio propio”, afirmó el diputado.
“Hoy no hay jefe de Estado, no hay comandante en jefe de la Fuerza Armada. Hoy hay una Asamblea Nacional que va a cumplir su deber ante el pueblo de Venezuela y hacer cumplir con esta Constitución”, agregó.
Sobre por qué esperar hasta mañana o no asumir la presidencia provisional tras declarar la ausencia absoluta, siguiendo lo contemplado en el artículo 233 de la Constitución, hizo hincapié en que “la aplicación efectiva de esta Constitución no solo depende de la Asamblea Nacional. Debemos lograr que las decisiones que tomemos desde este Parlamento se puedan ejercer en simultáneo con el apoyo de todos”.
La Carta Magna establece que ante la falta absoluta de un presidente electo antes de tomar posesión, se procederá a una nueva elección universal, directa y secreta dentro de los 30 días consecutivos siguientes. “¿En 30 días podemos hacer una elección libre y transparente con este CNE? Estamos en una situación dura, una situación de fuerza. Esto es una dictadura”, sentenció.
Agregó que el Parlamento se declara en emergencia, mecanismo que -explicó- será para activar a los diputados de los estados y realizar las sesiones ordinarias o extraordinarias que sean necesarias.
“Hoy el mundo solo reconoce al presidente de la Asamblea Nacional y a este Parlamento y vamos a ejercer las acciones para recuperar la Constitución. Claro que vamos a ejercer el mandato y a representar cada uno de los elementos que corresponda”, afirmó.
La juramentación de Maduro se concretó ante el TSJ, usando como causa sobrevenida la sentencia de desacato contra la Asamblea Nacional, sobre la que pesa también una amenaza y pretensión de ser disuelta.