miércoles, 19 marzo 2025
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Américo De Grazia y Carlos Chancellor: políticos bolivarenses tras las rejas en peligro por desatención médica

Familiares alertan que los dirigentes requieren atención y temen que pierdan la vida en prisión, hasta el momento ninguno de los juicios ha tenido avances significativos.

Desde sus arrestos en agosto de 2024, diariamente al menos un medio de comunicación ha publicado información sobre las detenciones de Américo De Grazia y Carlos Chancellor: políticos bolivarenses capturados y privados de libertad que hoy padecen por la desatención médica a la que son sometidos los detenidos en el país.

Correo del Caroní ha hecho seguimiento y entrevistado a familiares de ambos afectados, quienes exigen que tanto Chancellor como De Grazia sean atendidos por especialistas médicos para impedir el progreso de sus patologías o su muerte en el sitio de reclusión, El Helicoide.

Medidas diplomáticas, denuncias públicas y recursos legales no han dado resultado ante la solicitud de asistencia médica, lo que ha dejado a las familias las redes sociales y organizaciones no gubernamentales como únicas instancias de reclamo constante.

Recientemente el Comité por la Libertad de los Presos Políticos en Venezuela (Clippve) alertó nuevamente sobre el estado de salud de Américo De Grazia, exdiputado de la Asamblea Nacional y dos veces alcalde del municipio Piar del estado Bolívar, quien lleva seis meses detenido desde el 7 de agosto del 2024.

A diferencia de otros presos políticos, a De Grazia no se le ha permitido acceso a ningún tipo de visita ni llamada desde su arresto, su hija María Andreina De Grazia asegura que no han tenido fe de vida desde que fue privado de libertad ni han podido constatar su estado de salud.

La familia De Grazia ha venido denunciando que al momento de su detención, en Caracas, el dirigente de Guayana Libre se dirigía al médico, debido a una infección pulmonar provocada por un hongo Paracoccidioides ssp, bacteria que afecta el sistema respiratorio.

Asimismo, Clippve reportó que el afectado había dado positivo a una infección transmitida por la picadura de garrapatas y desde su detención no recibe tratamiento. De Grazia también padece de alteraciones prostáticas y problemas digestivos dado sus antecedentes de bypass gástrico y una enfermedad ulceropéptica, entre otros padecimientos.

Por su parte, la familia Chancellor manifestó que el cuatro veces alcalde de Sifontes y militante de La Causa R, Carlos Chancellor, padece de degeneración macular que, debido al incumplimiento en la colocación de un tratamiento intravenoso, ha derivado en una ceguera. Además padece de hipertensión, diabetes y una masa tumoral en el cuello cuya benignidad no ha sido confirmada por falta de biopsia. Chancellor también padece de tinnitus, una enfermedad en el oído que le produce vértigo y se agrava ante su progresiva ceguera.

Exigen atención médica especializada

A diferencia de la familia De Grazia, Carlos Chancellor sí ha podido ser visitado por sus parientes; sin embargo la familia asegura que en el centro de reclusión no cuentan con especialistas para tratar padecimientos graves, lo que hace imposible que pueda ser visto por un médico retinólogo para descartar un posible cáncer.

Parientes de Chancellor han alertado sobre posibilidad de muerte si no es atendido de forma inmediata y solicitaron una medida humanitaria. Según el testimonio de Daniel Chancellor, hermano del afectado, en su última audiencia el juez ordenó a la defensa impuesta hacer los trámites para que el detenido reciba atención médica, pero esto no ha sido acatado.

Por su parte, Américo De Grazia requiere ser revisado por especialistas en infectología, neumonología, gastroenterología, urología y neurocirugía. En entrevista con Correo del Caroní su hija aseguró que han ofrecido trasladar a los especialistas hacia el sitio de reclusión para que puedan atender a Américo De Grazia; sin embargo las solicitudes no han sido aprobadas.

Organizaciones como Foro Penal; Justicia, Encuentro y Perdón; entre otras asociaciones civiles han denunciado la gran cantidad de detenidos poselectorales que padecen enfermedades graves y cuya condición no fue considerada al momento de su aprehensión.

Hasta la fecha, al menos tres personas apresadas tras el 28 de julio han muerto a manos del Estado venezolano. Asimismo las familias alertan condiciones de tortura como exceso de picante en las comidas, entrega de alimentos en estado de descomposición, falta de acceso a artículos de higiene personal, entre otras irregularidades.