Como un regreso inminente e irreversible, el diputado de la Asamblea Nacional electa en 2015, Américo De Grazia, anunció su retorno a Guayana para la primera semana de junio próximo.
En rueda de prensa a través de la plataforma Zoom, el dirigente político dijo que comenzará una gira por el estado Bolívar, la cual iniciará desde su natal Upata, municipio Piar.
Se esperaba su vuelta al país desde que hizo pública su candidatura a la Gobernación del estado Bolívar, considerando que, además de su inhabilitación política, salió de Venezuela por presiones del régimen de Nicolás Maduro el 30 de noviembre de 2019 y desde entonces reside en Italia.
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Sobre las implicaciones del regreso, dijo: “sabemos que peleamos con una organización peligrosa, pero es el riesgo que asumimos. No es invitando a la inercia o que las cosas surjan por mantras”.
Insistió en que este es el mejor momento para desafiar al régimen y al Consejo Nacional Electoral (CNE).
“Pesa sobre mí una inhabilitación hecha por la Contraloría General de la República, por supuestamente no hacer la declaración jurada, pero inhabilitado está todo el país y si la gente no se rinde, por qué debe rendirse Guayana Libre”, sostuvo.
Previo a esta rueda de prensa, De Grazia ofreció una entrevista a Correo del Caroní, en la que explicó cómo surgió la idea de crear esta plataforma, sin apoyo de su partido, así como su percepción sobre el Acuerdo de Salvación Nacional propuesto por el líder opositor Juan Guaidó.
– ¿Cómo surge esta decisión de conformar una plataforma o postular su candidatura, aún sin tener el respaldo de su partido de siempre (La Causa R), al cual fue siempre respetuoso y disciplinado en las líneas de esta organización?
– Las diferencias vienen por la posición ante la coyuntura histórica que se presenta. Planteamos a todos los niveles, por supuesto también dentro de La Causa R, de crear un nuevo centro de dirección política, cosa que hasta ahora no se ha materializado a nivel nacional, de tener una tarjeta de la unidad democrática, tipo paragua, que la llegamos a denominar la Vinotinto. Hablo en plural porque no se trata de Américo De Grazia y una candidatura, sino de un planteamiento político para establecer una ruta para salir de la tragedia que vive Venezuela, y salir del círculo vicioso de los mantras.
Los mantras que se han puesto en escena en los últimos tiempos: cese de la usurpación, gobierno de emergencia, elecciones libres; ese fue el primer mantra, luego le siguen “presidenciales o nada”. Posteriormente a eso surge el “derrócalos ya” y otros que plantean intervención ahora. Esos mantras no les dicen absolutamente nada a los venezolanos, y encima de eso, además de no representar ninguna ruta factible, exime al ciudadano del protagonismo y del empoderamiento de una política para sacarlo de la inercia y la desesperanza.
Eso resume las diferencias, y a falta de una unidad nacional, decidimos, conjuntamente con unos líderes locales, construir una plataforma regional que invierta la pirámide, a propósito de sacar de la inercia donde nos encontramos o se encuentra estancada la política venezolana. Ese es el propósito, el objetivo y la misión que nos hemos establecido. Américo De Grazia en este momento es un instrumento, no es el objetivo.
– ¿Cuál es su relación actual con La Causa R y el dirigente Andrés Velásquez, quien en las últimas oportunidades ha sido el abanderado del partido para la Gobernación de Bolívar?
– Yo conozco a Andrés Velásquez desde que tenía 14 años de edad y yo era un dirigente estudiantil, él era un dirigente sindical de Sidor, y desde allí comenzamos a establecer una amistad que aspiro y espero se conserve toda la vida. Con La Causa R, por supuesto, existe la diferencia desde la óptica, la visión táctica y estratégica del momento, por supuesto eso hace que hoy de alguna manera hemos tenido rutas o visiones diferentes sobre el cómo lograrlo.
Tenemos un planteamiento, a nuestro juicio, más concreto, una ruta planteada y vamos a insistir en ella porque creemos que de alguna manera esto puede contribuir a la salida del régimen de Nicolás Maduro. Y no se trata de cortoplacismo, es una ruta un tanto complicada que convierte las elecciones regionales en unas elecciones plebiscitarias, primero las gobernaciones y después Miraflores, tener el panorama del referéndum revocatorio en la agenda, posteriormente las elecciones presidenciales, y partimos también del criterio de que tenemos votos, no balas.
En consecuencia, no podemos seguir inscritos en la visión de mantras mágicos que al final se convierten en mantras tóxicos.
– Recientemente manifestó su respaldo a Juan Guaidó y su propuesta de un Acuerdo de Salvación Nacional. ¿Ese respaldo pone en pausa su candidatura o apuesta por que se logren acuerdos para ir a las megaelecciones que ya anunció el CNE?
– Nosotros apoyamos el acuerdo planteado por el presidente Juan Guaidó, que es un acuerdo que creo que es de irrebatible propósito. Todos los venezolanos queremos que no haya presos políticos, que llegue la ayuda humanitaria, que entren las vacunas, que no haya inhabilitados y que existan condiciones. Eso no pone en pausa absolutamente nada, porque nosotros tenemos una ruta.

Lo que plantea el presidente Guaidó, si bien es cierto que nosotros lo suscribimos, no es menos cierto que no es una ruta, es una solicitud de exigencia, de deseos que coincidimos en eso y lo apoyamos, como apoyamos lo que hace Tamara Suju en la Corte Penal Internacional persiguiendo a los criminales, a los narcotraficantes, a los violadores de derechos humanos, a los torturadores de los presos políticos, como también apoyamos todas las diligencias que hace Miguel Pizarro en la ONU, las diligencias que hace nuestro embajador y representante ante la OEA, Gustavo Tarre Briceño, como apoyamos las diligencias del canciller Julio Borges en triangular y alinear las políticas en contra del régimen entre Washington y la Unión Europea.
Hay una visión de Estado en la que queremos apostar que todo sea capitalizado en función de un propósito común. Lo que pueden hacer ellos es distinto a lo que puede y debe hacer el pueblo venezolano en movimiento, uniéndose, convirtiendo las elecciones regionales en una zona de movilización y de organización ciudadana y popular.
– ¿Qué elementos considera necesarios para que se dé esa negociación propuesta por Guaidó y los acuerdos que de allí deben salir?
– No sé qué formas o mecanismos está instrumentando el presidente Guaidó. Entiendo que ha delegado en Freddy Guevara unas conversaciones con el señor Torrealba, del régimen, cosa que celebramos porque de alguna manera hay que utilizar todos los mecanismos que tengamos a nuestro alcance y nuestra mano para salir del régimen. Una de esas vías es esta que estamos usando.
Ahora, lo nuestro está perfectamente alineado con la solicitud de Acuerdo de Salvación Nacional, puesto que incorpora el elemento pueblo, el elemento ciudadano, electoral, de utilizar más de 2.955 cargos de elección popular y que permite una movilización y una integración a todo este esfuerzo. Es un pecado mortal eximir al ciudadano de las exigencias políticas y sociales que a bien tengamos en agenda, tanto el presidente Guaidó, como los que de alguna manera hemos decidido participar, de manera específica en las regionales.
– ¿Con este discurso de Guaidó, ha habido diálogos para reunificar a toda la oposición?
– Bueno, si no lo ha habido, tiene que haberlo, porque es una de las misiones que debe ejercer un estadista y hoy Juan Guaidó en el rol, no solo de presidente sino de estadista en medio de una de las mayores dificultades históricas que ha tenido el país.
– ¿Podrían esos eventuales acuerdos ser claves en incentivar a la población para que salga a votar?
– Nosotros tenemos que construir una narrativa que nos permita lograr ese objetivo y ese propósito, por eso hemos intentado articular un discurso desde la plataforma Guayana Libre, que no es un partido político, es una plataforma que aglutina liderazgos, organizaciones políticas y organizaciones sociales. La narrativa, el lenguaje es fundamental para el éxito del propósito y objetivo que nos hemos trazado.
– Recientemente mencionó que extendió la invitación a dirigentes como Raúl Yusef, Francisco Sucre, Rachid Yasbek y Luis Silva. ¿Han dado alguna respuesta?
– Algunas respuestas se han dado de manera pública, notoria y comunicacionales, y otras se están dando en el marco de las conversaciones con cada uno de estos líderes y dirigentes, pero no me corresponde a mí dar su versión. Creo que vamos encaminados de manera correcta y estamos tratando de allanar el camino para que se sume el mayor número de voluntades políticas posibles a la plataforma de Guayana Libre.
– ¿Cree que la propuesta de Guaidó tenga que ver con aspiraciones aún no manifiestas oficialmente en la oposición, como el caso de Luis Silva, quien dijo que cuando las condiciones estén dadas, su nombre estará a la orden?
– Ojalá todos se alineen en función del objetivo, que es la idea central de todo este esfuerzo que estamos intentando y tratando de construir desde hace un buen tiempo, y que se hizo público el 19 de abril pasado.
– A propósito de las dudas sobre cómo lanzar su candidatura estando inhabilitado, se generó una matriz de opinión sobre una posible negociación con el gobierno para lograr su habilitación. ¿Ha habido tal acercamiento con el gobierno para este tema?
– Es una de las cosas que está en agenda, no mía, está en la agenda de Noruega, de la Casa Blanca, de la Unión Europea, en la de Juan Guaidó, de la Asamblea Nacional (2015), de los partidos políticos de la alianza democrática que una vez conformamos, la MUD, y está en la agenda de todos los venezolanos, que no haya inhabilitados políticos, porque inhabilitados sociales estamos todos los venezolanos.
Hay más de 5 millones y medio de inhabilitados en diáspora que no podemos regresar al país libremente o que de alguna manera están pasando penurias o han tenido que salir del país por razones de hambre o precariedad económica o financiara.
Inhabilitados están los presos políticos que sufren torturas, inhabilitados están aquellos que no tienen gasolina, que no tienen gas, no tienen vacunas, los que no tienen luz, agua, transporte. Venezuela está inhabilitada, y en eso no me siento huérfano, me siento acompañado por casi 30 millones de venezolanos.