Este jueves, 16 de julio, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) alertaron en un informe que la pandemia del COVID-19 podría provocar una conmoción histórica en el mercado alimentario global, con una caída de precios en la agricultura y un deterioro de la calidad de la alimentación en las poblaciones más pobre.
El documento, con previsiones entre el 2020 y el 2029, alerta de un escenario inicial sobre los efectos a corto plazo de la crisis del coronavirus, en el que el mercado de la comida vivirá un shock significativo por las menores rentas y un desempleo generalizado.
A través de una rueda de prensa virtual, el secretario general de la OCDE, Ángel Gurría aseguró que por el momento y “afortunadamente la crisis sanitaria no se ha traducido en una crisis alimentaria”.
Gurría hizo un llamamiento a no ceder a la tentación de aplicar medidas proteccionistas por la pandemia y la crisis climática ya que “el acceso a mercados abiertos es vital para mantener la seguridad alimentaria”.
En el corto plazo este shock repentino en el ámbito económico y social causado por la pandemia interrumpe las perspectivas generalmente positivas a medio plazo de la agricultura global y el consumo de comida.