El Consejo Noruego para los Refugiados (NRC) advirtió este 14 de febrero, que la escalada del conflicto en la región colombiana del Catatumbo, fronteriza con Venezuela, afecta a unas 80 mil personas.
Mediante un comunicado de prensa, la organización alertó que las comunidades atrapadas en el fuego cruzado entre grupos armados organizados enfrentan “graves amenazas y necesidades humanitarias urgentes”.
“Colombia no puede aceptar esta situación como la nueva normalidad. La protección urgente e integral de los civiles, en el Catatumbo y en todo el país, debe ser una prioridad para el gobierno”, dijo Giovanni Rizzo, director de país del NRC en Colombia.
La cifra de personas desplazadas forzosamente en el Catatumbo, que gran parte ha llegado a regiones del Zulia, en tan solo 30 días, supera el total de personas desplazadas en circunstancias similares a nivel nacional durante todo el año 2024.
Sin planes para un retorno seguro, muchas personas permanecen desplazadas, enfrentándose a la confusión, la incertidumbre y las menguantes esperanzas de reconstruir sus medios de vida.
“Abandonar tus raíces a causa de la guerra, enterrar a una familia perdida en un conflicto que no eligieron, esa es la tragedia que enfrentamos”, dijo a NRC un hombre desplazado cuyos tres familiares fueron asesinados en la región del Catatumbo.
El Consejo Noruego para los Refugiados también advirtió que miles de vidas también corren peligro ahora, ya que los grupos armados organizados restringen el acceso a la asistencia humanitaria vital.
Debido a que se agotaron los suministros de alimentos, las familias están atrapadas y dependen por completo de recursos cada vez más escasos. El NCR considera que el acceso humanitario sin trabas es crucial para evitar un sufrimiento generalizado y una crisis cada vez más profunda.
En estas terribles circunstancias, la ayuda humanitaria se enfrenta a una enorme presión y no puede satisfacer todas las necesidades de la población perjudicada.
“En Colombia no hemos visto una acción humanitaria de esta magnitud en casi 30 años. La reciente declaración del gobierno de un ‘estado de conmoción interior’ lo deja claro: esta crisis en aumento requiere de una mayor solidaridad internacional”, afirmó Rizzo.