Aunque los resultados que mostró la encuestadora Hinterlaces sobre las presidenciales de 2024 son cuestionados, una de las interrogantes que se incluyó en el estudio, es la posición de los encuestados sobre si están de acuerdo o no con el adelanto de estas elecciones.
Esto llamó la atención por ser un tema que tantea el oficialismo y que tiene como experiencia previa el proceso de 2018 con el que Nicolás Maduro extendió su mandato, actualmente no reconocido por gran parte de la comunidad internacional.
Si bien las encuestas no son definitivas, ya que pueden variar según la actuación de las partes, los resultados de la última encuesta de Hinterlaces arrojó que 52% de las personas encuestadas dijeron estar de acuerdo con un adelanto de las elecciones, mientras que 45% afirmó estar en desacuerdo.
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El analista y consultor electoral Aníbal Sánchez considera que hay que ser cautos al momento de generar propuestas o demandas.
“En la situación actual con una oposición desarticulada, fragmentada, con desconexión social, ir a un proceso electoral, aún con efectos a posteriori, es una jugada que solo favorece al Gobierno”, afirmó.
Agregó que la oposición como bloque debe desarrollar una campaña estratégica que vaya más allá de escoger a un candidato unitario.
“En cuanto a las encuestas, no son instrumentos de predicción. Son nuestras, herramientas de planificación. Yo pagaría el doble porque la empresa me diga la verdad del sentir en ese momento, sobre el sector poblacional de interés, pues a partir de estas diseñaré el plan. Después vendrán otras mediciones tipo tracking, que me permite evaluar los programas desplegados, pues en ocasiones debemos rectificar en los alcances o el propio diseño. El mercado electoral debemos conocerlo y estudiar o consultar una muestra bien representativa de la población”, apuntó Sánchez.
Vacío constitucional
Sobre la posibilidad de que el madurismo juegue la carta de adelantar las elecciones, el politólogo especialista en sistemas electorales Daniel Santolo destaca que en la Constitución nacional existe un vacío sobre ese tema.
“Nuestra Constitución no establece una fecha exacta para celebrar presidenciales. Solo dice que son cada seis años, por lo que tocaría en 2024, pero no dice si es en enero de 2024 o en diciembre, tiene ese margen para maniobrar”, detalló.
Para Santolo, sería una carta que el Gobierno puede jugar si en el sector opositor se mantiene la división y la inexistencia de un planteamiento de alternativa de gobierno. Sin embargo, no cree que en ese sentido el oficialismo apueste en este momento por un adelanto de presidenciales.
“(El Gobierno) no tiene la necesidad de hacerlo. Se siente consolidado frente a una oposición débil y desarticulada”, señaló.
Poca conectividad
La misma encuesta de Hinterlaces muestra bajos porcentajes de intención de voto hacia posibles candidatos de oposición. Pero lo mismo sucede con otras encuestadoras, lo cual es un reflejo de la desconexión de la dirigencia política con la sociedad civil.
Desde la Plataforma Unitaria se trabaja en unas elecciones primarias para 2023, con el propósito de retomar la unidad y tener un candidato unitario como se hizo en 2012. Sin embargo no es suficiente.
“El país no está pendiente en lo absoluto de lo que hacen los partidos políticos. La gente salió a resolver su vida. Frente a un país que busca resolver sus problemas sociales, la oposición está enfrascada en unas primarias que no le dicen nada a nadie”, expuso.
El politólogo aboga por un acuerdo como en Barinas para las elecciones de noviembre de este año.
“Hubo un pequeño acuerdo y el pueblo votó por el candidato de la oposición que vieron que tenía cualidades de hacerle frente al Gobierno. Eso es lo que hay que hacer. Buscar un candidato que unifique, que tenga planteamientos. Las primarias no son la solución. Más bien crearán más división. Ya hay sectores advirtiendo que no participarán porque esas primarias son excluyentes. Ya hablan de excluir a partidos que dicen ellos que no son democráticos”, reiteró.
Reconectar con la sociedad
José Ricardo Salazar, coordinador regional de la Plataforma Democrática en Bolívar, califica de absurdo un adelanto de elecciones presidenciales, basado en los parámetros que establece la Ley Orgánica de Procesos Electorales y que, por ello se consideran ilegales las de 2018.
No obstante, reconocen la desconexión entre la sociedad civil y la clase política, lo cual juega en contra a la oposición en un adelantado o no proceso electoral.
“Desde la Plataforma Democrática trabajamos en desarrollar toda nuestra organización para el despliegue de nuestras estructuras, para llevar dos estrategias: conectar con los ciudadanos y sintonizar con el objetivo general que es el cambio de gobierno”, explicó Salazar.
También comparte el argumento de que las primarias no son la única solución, ni una respuesta absoluta para el triunfo electoral, sino que forman parte de la estrategia.
“A este gobierno lo rechaza al menos 80% de la población, pero ese 80% no está totalmente alineado con los sectores democráticos que adversamos al régimen. Tenemos que escucharlos, caminar juntos en una propuesta nacional de gobierno. El reclamo de los ciudadanos es que nos mantengamos en unidad, que no haya esa dispersión de votos ni esa disyuntiva de si participar o no. Todos estamos encaminados en participar”, sostuvo Salazar.
Recordó que no será la Plataforma Democrática la que organice las elecciones primarias, sino una comisión nacional integrada por personas probas, en su mayoría sin conexión partidista, como ocurrió en 2012 con Teresa Albanes a cargo y en Bolívar, con Alfredo Rivas Lairet.