Manco Cápac, reseña textualmente Wikipedia: “…o Ayar Manco, según la tradición oral recogida desde la conquista española, habría sido el primer gobernador y fundador de la cultura inca en el Cuzco. Es el protagonista de las dos leyendas más conocidas sobre el origen de los incas”. En la plaza que lleva su nombre en el distrito de La Victoria fue el lugar de concentración para la protesta mundial por la verdad de los venezolanos, convocada en más de 300 ciudades del globo terráqueo por María Corina Machado y el presidente electo, Edmundo González, en difusión del fraude que pretende el régimen revolucionario, con los resultados electorales del pasado 28J.
“El distrito de La Victoria es uno de los cuarenta y tres distritos que conforman la provincia de Lima, ubicado en el departamento homónimo, en el Perú. La población, refiere Wikipedia, hasta el año 2023 es de 195.620 habitantes. ‘En ella destaca el emporio de Gamarra que es sede de la mayor industria textil de Lima”. Se encuentra, igualmente, el Estadio Alejandro Villanueva, sede principal del Club Alianza de Lima. La descripción sirve de marco para ilustrar lo de gigantesca, que siempre nos ha impresionado la capital peruana y de lo que puede significar para el millón quinientos mil venezolanos (se dice fácil) que nos encontramos por estos predios. La movilización de los compatriotas el pasado17 de agosto a la plaza de La Victoria, nos comenta nuestro apreciado amigo el periodista (ahora sacerdote de la Iglesia Católica ortodoxa), Juan Carlos Urbina, quien sí pudo estar presente, fue excelente. Calculó en más de 4 mil personas las que plenaron el lugar esa tarde. Las concentraciones en general, sin conocer cómo se desenvolvieron en las otras ciudades y provincias de la tierra inca, tuvieron significación importante -pienso- a lo interno de los países de acogida, como por supuesto para el desarrollo de las luchas en Venezuela, donde la represión y la violencia del gobierno contra la holgada comprobación del fraude ponen un cerco dramático y trágico.
Lo primero de esos elementos es la posición del Gobierno de Perú y de la mayoría del estamento político de este país que respaldó con firmeza el respeto a la soberanía popular. En el acto del 17 de agosto, de hecho, estuvieron presentes varios representantes del Congreso peruano que han tenido estrecha vinculación con las distintas problemáticas de los venezolanos, que no son pocas y en donde las que abordan las instituciones y organismos internacionales de ayuda apenas representan la punta del iceberg. La posición de la Cancillería, a través de su titular el doctor Javier González-Olaechea -al que reiteramos nuestro agradecimiento- ha sido no solo categórica en cuanto al reclamo de las actas (por cierto ya a estas alturas totalmente ignoradas, en la operación, nula de toda nulidad, del Tribunal Supremo de Justicia), sino también sobre el auténtico ejercicio de la democracia y sus responsabilidades. Sobre la acción política coherente y útil, necesarias en consolidar el progreso de nuestras sociedades latinoamericanas.
Con el pabellón nacional
La masa de venezolanos en Lima, por lo que he visto de mi experiencia personal, es de identidad notable, con la que peruanos comparten inquietudes, por sobre circunstancias laborales y diferencias de carácter del gentilicio. Es una relación cordial que tiene sus detalles en peculiaridades como todo, pero lejos de los estruendos mediáticos que abonan los capítulos penosos con inexactitudes.
Hay a mi manera de ver en nuestros connacionales, aquí, un limitado espíritu de cuerpo. Por lo que percibo, sin confirmación estadística que seguro tendrán las oenegés de asistencia humanitaria dependientes de los organismos internacionales e integradas por venezolanos, la mayoría vienen del centro: la gran Caracas, Aragua, Carabobo, Lara y Zulia. Hay también de Anzoátegui, Yaracuy y Bolívar, sorprendiendo que integren los estratos joven y de menores recursos de nuestro país. La masa mayor es anónima y reside en todos los numerosos distritos limeños. Ahora ciertamente el desarrollo de los acontecimientos en Venezuela se sigue con rigor. Programas de todos los estilos, que procesan informaciones, hacen comentarios o humor sobre episodios del régimen revolucionario y las respuestas de María Corina y Edmundo, tienen la atención permanente. El fervor nacional está en el “aire” y las demostraciones de ello, son las convocatorias en las que la realización de las elecciones primarias de octubre de 2023, fue un hito. En el presente momento cuando con los resultados de las elecciones presidenciales se intenta el desconocimiento a la abrumadora mayoría que se expresó en favor del cambio, la mirada -como también se evidenció en cientos de países con presencia de compatriotas- es de sentida preocupación. La masa enorme de venezolanos en Lima, centrados en su día a día, manifiestan no interesarles la política. Se cobijan (en el presente) con gran orgullo bajo el manto de la bandera tricolor, la fuerza de Machado, la bondad de Edmundo González y la espiritualidad religiosa que no es propia: no hay seguimiento de partidos. En el acto de la Plaza Manco Cápac hubo expresiones distintas y significativas, nos reportaron. De los que incursionan en la labor política, de grupos y personeros que tienen megáfono alto a nivel mediático, de profesionales jóvenes, de artistas que le cantan a la libertad. La gran mayoría inmigrante se asomó a las noticias. Es evidente, de igual modo, que este proceso tiene la espera de definiciones para el posible retorno; una buena cantidad, sin embargo, ya tomó la decisión de continuar la vida en Perú, con los desafíos que este país ofrece. La lucha por la Venezuela libre se siente por estos predios como un sonido de ebullición muy claro.