viernes, 29 marzo 2024
Search
Close this search box.
Search
Close this search box.

Sadismo

Al saliente lo conminaron a negociar y aceptar a regañadientes la situación para evitar una mayor catástrofe derivada de la bribonada orquestada entre los grandes medios de comunicación masiva, empresas comprometidas y una pléyade de individuos interesados en políticas non sanctas.

De buenas intenciones está empedrado el camino al infierno, pero el cielo está lleno de buenas obras.

¿Autogolpe?

El colmo de la necedad, del sesgo, de la parcialidad o de la mala intención es interpretar los acontecimientos utilizando ese concepto para calificar lo ocurrido en el capitolio norteño el 6 de enero próximo pasado. Como arma política Trump convocó a sus seguidores a protestar -nunca a asaltar, atacar o parecido- a su favor. Esto seguramente fue aprovechado para infiltrar a los aliados extremistas del partido Demócrata, como son las izquierdas indiscriminadas, el movimiento reciente de los Black Lives Matter y el otro conocido como Antifa, terroristas urbanos disimulados con ideales de mejor causa. ¿A quién o a quiénes convenía un desorden para pescar en río revuelto? ¿Quién podía obtener algún beneficio de la situación irregular? ¿Cuál fue el resultado final?

El Congreso se reunió con la finalidad de escuchar planteamientos y decidir finalmente, pero tuvo que suspender temporalmente su acción para reanudarla de manera apresurada sin oír ningún argumento, ni a favor ni en contra de lo que era debatible.

En el ínterin, hubo desmanes y robos convenientes, o más bien ocultamiento de posibles pruebas contra la descontrolada presidenta de la Cámara de Representantes quien no haya cómo materializar su visceralidad irracional contra el presidente de USA. No solo quiere proceder a enjuiciarlo a pocos días de su entrega a otra administración sino el partido que integra quiere solicitar la expulsión del colegio de abogados respectivo de su mandatario. Ridículo, ambas cosas, por decir lo menos. Esta clase de acciones huelen a venganza personal. Motivos ad hómine, que siempre derivan de subjetivismos malsanos y descalificaciones solo por la persona que actúa, sin tomar en consideración si es acertado o no. Si le cae mal que no se case con él.

Con este panorama, muchos sectores y personas se regodean con la presunta victoria del partido Demócrata. Sobre todo gente sensiblera que se guía más por emociones, pasiones y antipatías que por los hechos visibles. Gente que piensa que el partido ganancioso es proclive a mayores libertades y menos disciplina que los republicanos conservadores. Que sus sentimientos son humanitarios y no políticos. Que se ocupan más de nosotros que de su propio país.

El que vive de ilusiones muere de desengaños. Veremos si a ellos les preocupamos tanto como a los anteriores. Pero eso sería lo de menos en el contexto planetario, porque los peligros mundiales por el acecho militar de los iraníes y norcoreanos, y los abusos económicos chinos, entre otros enemigos, puede configurar una amenaza para Occidente bastante inquietante. ¿Es criticable la doctrina Monroe, cuando tenemos en nuestra área de influencia cualquier cantidad de ideologías y nacionalidades ajenas a nuestra tradición pacífica y cultura judeo cristiana?

Cuando el río suena, piedras trae; dice el apotegma popular. Fraude es fraude, grande o pequeño; y de que lo hubo no hay duda, porque así lo percibe la presunción humana no demostrable judicialmente. Sin embargo hubo testimoniales aunque no prueba escrita avalada con fe pública e indubitable. ¿Qué es lo rechazado por los tribunales si no analizaron y valoraron lo presentado ante ellos? Simplemente se abocaron a las formas y no al fondo de la cuestión, expresando que eran insuficientes. ¿O sea que uno de los candidatos se sacó de la manga la idea de la estafa y la inventó con el fin de provocar zozobra? ¿No será que algo malo olía en Dinamarca desde mucho antes de las elecciones? En esas alturas del poder es mucho lo que se conoce de las intenciones de los adversarios, y otras cosas.

Es lógico y sensato que la sociedad política estadounidense haya decidido proteger su imagen y prestigio ante el mundo antes que la de un solo personaje no perteneciente al establishment republicano, por muy positivo que haya sido su desempeño para la nación, porque primero está la reputación de las instituciones de una democracia firme y vigorosa que el desempeño de un solo hombre al frente del país que ha dirigido temporalmente.

Al saliente lo conminaron a negociar y aceptar a regañadientes la situación para evitar una mayor catástrofe derivada de la bribonada orquestada entre los grandes medios de comunicación masiva, empresas comprometidas y una pléyade de individuos interesados en políticas non sanctas. Por eso la bruja demócrata lo considera peligroso, y pretende rematar su obsesión de muchos años.

Un algo de malicia no hace daño.

¡Más noticias!