A finales del pasado mes de julio el Congreso de los Estados Unidos inició una audiencia para investigar qué saben los organismos de inteligencia de ese país sobre los ufos u ovnis, ahora denominados UAP o fenómenos anómalos no identificados. Según el denunciante David Grusch, quien dirigió el programa que por décadas recopiló e intentó aplicar ingeniería inversa a los ovnis estrellados, afirma que se habían encontrado seres “no humanos” dentro de las naves. Así están las cosas, vienen a contarnos esto ahora que a muchos se nos ha olvidado los que ya se nos antojaba como leyenda urbana, y a la que prestábamos atención sólo en los minutos de entretenimiento con la serie de televisión Los expedientes secretos.
La pregunta sobre si hemos sido visitados por seres extraterrestres obedece al temor de sufrir cualquier invasión que amenace nuestra sobrevivencia como especie, y que ha dado tela para historias, unas más fantasiosas que otras. Sin embargo, el mayor problema es que esa posibilidad se presta para propósitos de toda índole. Después de que los mensajes con teorías conspirativas sobre extraterrestres inundaron exponencialmente la red, nos encontramos además con el mismo cuello de botella causado por otras “tempestades informativas” que compiten unas con otras por la atención del usuario. Es tanto el tráfico, para decirlo de una manera, que mejor es trancar la pantalla de la compu y salir a respirar aire. Queda decir entonces, ¿hay ánimo para ponerse curioso con esta audiencia en la Cámara de Representantes?
En el actual contexto de fanatismo por un lado y un escepticismo que incluye no sólo a las instituciones sino con los medios, no haya uno que hacer con esta iniciativa inesperada del Congreso de los Estados Unidos, dirigida por el representante Tim Burchett. No creo que lleguen a conclusiones contundentes, pero sí queda la pregunta del por qué de esta audiencia ahora o sobre qué dinámica del poder la motiva, como, por ejemplo, el de distraer. Es posible también que esta iniciativa ayude a dilucidar la segunda teoría de que los ovnis son de tecnología local, es decir, de hechura planetaria.
Escuché por allí un comentario sobre que los ovnis pudieron ser construidos por los rusos y alguien dijo que de ser así los ucranianos estarían fritos. Bajo ese mismo entendido queda pensar que un programa de aviación occidental esté detrás de estos apas, pero no he escuchado nada de eso. Lo único que me pregunto es si este comité del Congreso es una antesala de una información por venir o de si obedece a una extraña construcción de consenso.