@luisaconpaz
A José y María / les pido un favor/ que el próximo / sea en verdad mejor// Derecho al trabajo/ y a la Educación/ que se garanticen/ es la bendición// Si algo nos debe/ dar mucha entereza/ es que defendamos la naturaleza// Algo por lo cual/ siempre hay que luchar/ es por el derecho/ a participar//
El 2024 fue un año difícil para la mayoría de los venezolanos. Si queremos que el 2025 sea de verdad “año nuevo” y no uno viejo con diferente nombre, pero con los mismos problemas y con las mismas quejas, tenemos que hacer propósitos realistas y la decisión de cambiar en unas cuantas actitudes.
En educación, comencemos por este derecho sin el cual los niños, niñas y adolescentes no tienen ni presente ni futuro y ningún país sale de una crisis sin educación: queremos que no sigan más de 3 millones de NNA fuera de las aulas, queremos docentes con salarios decentes, queremos que los estudiantes vean que la educación tiene sentido… Para ello necesitamos: apoyar a esas organizaciones e instituciones que están construyendo una alianza por la educación, como Fe y Alegría, la UCAB, Cerpe y la Unimet, entre otras. Necesitamos apoyar a los docentes en su aspiración por salarios dignos -tal como lo dice el artículo 91 de la Constitución- necesitamos que los educadores nos actualicemos, no sólo en tecnología, sino en estrategias, reinventar las aulas, educar sin aburrir, pues.
Necesitamos los venezolanos llevarnos mejor, poder convivir pacíficamente, en el hogar, en la escuela, en la calle, en el trabajo, en las redes sociales… Para eso se requiere decisión, valorar la paz, la no-violencia como forma de proceder, también herramientas, y las tres p: plan, paciencia, perseverancia. El Programa Madres Promotoras de paz, de Fe y Alegría, dota de herramientas a las madres, el @CentroGandhi promueve el legado de Gandhi y da cursos a niños, adolescentes, maestros y adultos en general. La Cátedra de la Paz de la ULA también forma jóvenes para ello. Pero lo primero es preferir la convivencia pacífica y no la violencia para actuar y resolver problemas.
Venezuela tiene déficit de ciudadanía. Es necesario conocer los derechos, para defenderlos, y los deberes para cumplirlos, para organizarnos y construir el bien común. Tu bien, mi bien, eso es urgente. Hay que educar para la ciudadanía a tiempo completo, desde el hogar, en la escuela, en la calle –que tanto choferes, como motorizados, ciclistas, peatones y autoridades, respeten las normas y no impere la ley de la selva-. Conocer y defender la Constitución sería este un buen propósito para el 2025.
¿Vamos a seguir viendo sin hacer nada cómo se destruye la Casa Común?, el planeta pues. Y no sólo hablamos de la urgencia en parar la minería “legalizada” por el Arco Minero Orinoco, y la deforestación en nuestras ciudades. Cualquier construcción “gana” a la hora de arrancar árboles que dan sombra, ayudan a descontaminar el ambiente, dan cobijo a pajaritos… podemos hacer el propósito de practicar las erres: reciclar, reutilizar, reducir el consumo, o sea, ahijar de verdad el ambiente. Ahora somos parte del problema, hagamos el propósito de ser parte de la solución. No le dejemos toda la tarea a las organizaciones ambientalistas, muy valiosas, generosas, perseverantes. Recuerden: si algo nos debe/ dar mucha entereza / es que defendamos/ la naturaleza. Aprender de los hermanos indígenas sería muy útil. Cuidar el ambiente tiene que ser un propósito.
Todos a la AAM: Asociación de la Alabanza Mutua, no digo “adulancia”, que es horrible, se adula para conseguir algo y se dicen mentiras muchas veces. Hablo de reconocer lo bueno que tienen o hacen los otros: en la familia -reconocer lo bueno que hacen los hijos o la pareja-, en la escuela ¿cuándo fue la última vez que usted agradeció a la maestra de su hijo lo que hace por él? O entre compañeros de la escuela: ¿se ha fijado lo linda que está la cartelera del otro salón? ¿se lo ha dicho a la maestra?, en el trabajo, subrayar lo bien que algunos compañeros hacen su labor, o si es gerente, ¿cuándo fue la última vez que alabó a sus trabajadores?… A los periodistas, a los creadores de contenido, ¿les decimos lo que nos ha gustado su artículo? No se trata de la actitud de “aquí todo está bien”; pero, sí se trata de valorar al otro, valorar las experiencias positivas, para sembrar esperanza y aprender de esas buenas experiencias.
Terminemos con la importancia de defender nuestra Constitución, esa que dice en su preámbulo que la carta magna tiene el fin supremo de “refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y protagónica, multiétnica, y pluricultural en un Estado de justicia, federal y descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la paz, la solidaridad, el bien común (…)” y más adelante, en el mismo preámbulo habla de garantizar los derechos humanos… el equilibrio ecológico… Le sugiero como propósito que tenga la CRBV a mano siempre, y la vaya leyendo y subrayando, y recuerde que para defenderla hay que conocerla, y recuerde que el artículo 68 habla del derecho a protestar pacíficamente y sin armas. Siempre con “prudencia activa”.
No podremos tener un año de verdad nuevo si andamos aislados, hay que cantar en coro, junto a otros. Para decirlo en términos eclesiales: necesitamos actuar en “modo sinodal”, o sea, caminando juntos. Usted decide.