viernes, 29 marzo 2024
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Padrenuestro de la escuela 

Viene el nuevo año escolar, no se sabe ni cómo ni con quién. Pandemia, incertidumbre, salarios miserables. No basta rezar pero rezar ayuda. Escribo el Padrenuestro de la escuela en este contexto.     

@luisaconpaz

Hace un tiempo trabajé como voluntaria ayudando a “niños de la calle”, esos que uno llamaba “huelepega”, y me sorprendió que unos cuantos sabían el Padrenuestro. Igual me ha pasado con estudiantes evangélicos, no van a misa pero se saben el Padrenuestro, así que esa oración, que de entrada nos reconoce como hermanos, me encanta.

Comienza el nuevo año escolar, en circunstancias muy difíciles, con más preguntas que respuestas, en medio de una pandemia, con aumento de casos cada día, dentro de la emergencia humanitaria compleja; con una escasez de combustible que ya es una pesadilla, con una dolarización de hecho en un país con salario mínimo, muy mínimo, con maestros con salarios miserables, como bien lo ha calificado el director nacional de Fe y Alegría… en fin, casi que uno solo se le ocurre rezar por los maestros, por los niños, por los padres y representantes…

Les comparto primero la versión de Padrenuestro de la escuela, que escribí hace unos años, y luego el añadido con la contextualización. Sabemos que rezar no es suficiente, pero ayuda pensar en los otros.

Padrenuestro que estás en la escuela/En el patio, entre chamas y chamos/ Que tu reino sea santificado/ y que de los juegos surjan los hermanos.

Padrenuestro que sabes de sumas/ Ven, corrige tareas también/Que tu reino está en las cosas grandes/ Y en esas pequeñas que poco se ven.

Padrenuestro, pido por los padres/ Ellos necesitan de trabajo y pan/Que maestras y madres se vuelvan “comadres”/ Así si  podremos conseguir la paz.

Padrenuestro, te pido perdón/ Por las clases que doy sin sentido/Por hablar siempre más de la cuenta/ Por esos días que no me he reído.

Padrenuestro, Padre del perdón/ Que yo sepa entender  travesuras/  Que yo tenga calma ante cualquier lío/ Y hasta en los regaños ponga yo ternura.

Padrenuestro que nunca caigamos/ En la tentación de dejar de inventar/ Que el cansancio, el ruido y la rutina/ No sean una excusa para no soñar.

Padrenuestro que cuando yo muera/ Nadie diga que fui una “abnegada”/ Que se diga que fui  mujer/ Feliz de enseñar y muy realizada.

Hasta aquí el Padrenuestro de la escuela, versión original, y ahora los añadidos por la situación.

Primero recordar a los niños el sistema escolar ha ido dejando por fuera y los “dejados atrás”, debido a la migración forzada de sus padres:

Padrenuestro, pido por los niños/ Esos que venían y que no volvieron/Sé que tú puedes encontrarlos/ Y podamos decir que reaparecieron.

Padrenuestro, también pido por aquellos/ por los “niños dejados atrás”/sus papás tuvieron que migrar/ y ya no los pueden abrazar.

Imposible pensar en este año escolar y no pedir por la imperiosa urgencia de elevar el salario de los docentes. Que se cumpla el artículo 91 de la CRBV que dice: “Todo trabajador o trabajadora tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e intelectuales”.

Padrenuestro, mira a los maestros/ Tienen vocación y mil necesidades/Salario justo, eso se requiere/ ¿Podrán entenderlos las autoridades?

Padrenuestro, los educadores/ tienen un salario en serio, miserable/ cada día educar se vuelve para ellos/ un acto de heroísmo, campaña admirable.

Finalmente no olvidemos que estamos en plena pandemia, las decisiones en educación deben tomar en cuenta el “Interés superior del niños” (Artículo 3 de la Convención Internacional del Niño y artículo 8 de la Lopnna).

Padrenuestro, de esta pandemia/ a los niños hay que proteger / clases presenciales son un riesgo hoy/ por ahora pienso que no pueden ser.

Además de rezar, seguimos pensando en la necesidad de defender una educación que hay que defenderla, Estado, padres, madres, alumnos, exalumnos, empresarios, sociedad en general, tienen que extender su mano.

Padrenuestro, estoy en Venezuela/ con la educación que está amenazada/ Ayúdanos a llegar a acuerdos/ que permitan que pueda ser salvada.