domingo, 12 enero 2025
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Padre Vélaz inspirador de educadores

El 4 de diciembre de 1910 nació en Chile el padre José María Vélaz, fundador de Fe y Alegría en 1955, lo consideramos venezolano. Sus intuiciones educativas siguen vigentes en este movimiento de educación popular extendido a 22 países.

@luisaconpaz

¿Hasta dónde podrán llegar el ingenio, la ilusión y los anhelos?”, pregunta que leemos en el poema del padre José María Vélaz (1910-1985) conocido como Testamento del Padre Vélaz, escrito en 1980.

El padre José Mary nació el 4 de diciembre de 1910 en Chile. Cuando tenía 5 años su padre murió y su madre decidió regresar a España, viuda con varios hijos. José Mary en 1928 dejó sus estudios de Derecho y entró a la Compañía de Jesús. Y en 1946 lo enviaron a Venezuela. Pero no es la biografía del padre José Mary sobre lo que quiero escribir, sino de esa semilla que sembró en 1955, cuando ya fundada la UCAB en Caracas, el padre Vélaz en plena dictadura de Pérez Jiménez recorría barrios de la capital con alumnos de la universidad conversando con los vecinos de esas barriadas, y preguntando acerca de lo que les aquejaba. Le dijeron que adolecían de muchas cosas, pero lo que más les preocupaba era que no había escuela para sus hijos.

José Mary ya había soñado con fundar escuelas, decía que el pueblo venezolano era extraordinario, pero necesitaba educación para potenciar esos talentos instalados, no lo decía así, pero esa es la idea: la importancia de la educación.

Sigamos en 1955. Y aquí la primera enseñanza que recupero de Vélaz: la importancia de las alianzas, la posibilidad de creer en los demás porque “hay más gente buena que mala”, decía. Con esos alumnos de la UCAB comenzaron a soñar con fundar una escuela, y se le presentó Abraham Reyes albañil muy católico, que llevaba años construyendo su casa en el 23 de Enero, y le ofreció la planta baja para que fundara esa escuela tan necesaria. Se puso un cartelito: “Se aceptan varones”, y cada quien llevaba su mesita y su sillita y las estudiantes del UCAB fueron las primeras “maestras” voluntarias. Al poco tiempo, Abraham y su esposa Patricia le cedieron también otro espacio en la planta alta, y se puso otro cartel: “Se aceptan niñas”. Así nació la primera escuela de Fe y Alegría, movimiento de Educación Popular Integral y de promoción social, que el próximo año cumplirá 70 años sembrando esperanza y educando corazones.

Así que confiar en otros, atreverse, soñar, “tenemos que ser muchos para que nos escuchen”…

Es necesario aliarse, invitar a otros a sumarse. Empezó a contagiar a otros hermanos jesuitas que trabajaban en otros países latinoamericanos y en la siguiente década ya veríamos el corazón de Fe y Alegría en Ecuador (1964), Panamá y Perú (1965) y así hasta casi toda América Latina y también algunos países de África, una Federación Internacional, con ideario que nos une, pero con autonomía funcional.

Educación Integral, otras de sus intuiciones: cabeza, corazón y manos. Enseñar a pensar, educar en valores, enseñar a hacer. Todas las escuelas de Fe y Alegría en Venezuela que tienen bachillerato, son técnicas, educar en y para el trabajo. Se adelantó décadas.

Y volvamos a ese hermoso poema ya mencionado arriba, su testamento. Todo es hermoso, sólo subrayo algunas ideas inspiradoras: la sensibilidad por los más urgidos de cariño y atención:

Estoy pensando en vosotros, en los que vendrán (…) Para los que todavía no han nacido/ para la niña triste / que no conoció el cariño/ para el huérfano cuya universidad ha sido el desamparo/ para los que no tienen voz / que les defienda// ¡miren que importante para este mundo de hoy con tanta orfandad en la que están niños y niñas!

Su preocupación por el ambiente, por la Casa Común, está muy presente en las escuelas que fundó directamente. Un adelanto a esa preocupación mundial de hoy por el cambio climático.

Y estos otros versos, también del poema mencionado, que invita a soñar, a renovarnos, tan urgente hoy: “¿Hasta dónde podrán volar/ el ingenio, la ilusión y los anhelos?”. ¡Me inspiran esos versos! Una invitación a la creatividad. ¡Maravilloso! Él invitaba a los maestros de Fe y Alegría a atreverse, atreverse a fundar en sitios difíciles, atreverse a innovar…

Antonio Pérez Esclarín fiel heredero de Vélaz, nos dice que “el padre José María Vélaz sabía bien que todos los tesoros del mundo no se pueden comparar con el valor de un solo niño. Por ello, quería que todos crecieran fuertes, felices, educados”.

Que estas humildes y cortas líneas sirvan de homenaje a este gran educador, del cual tenemos mucho que aprender y sentirnos privilegiados por haberlo tenido entre nosotros, y que sepamos hacer crecer su herencia. Y termino con estas palabras de Vélaz: “Un niño sin escuela es una estrella que se paga, una flor que se marchita, un arroyo que se seca”, citado también por Pérez Esclarín y nos viene muy bien hoy cuando tenemos más de 3 millones de NNA fuera de las aulas.