martes, 3 diciembre 2024
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Luces de Año Nuevo

Queda mucho fariseismo de todos colores, y todavía más en la extensa Guayana, pero haremos posible nuestra faena como se hace en cada rincón dentro y fuera del país. Feliz Navidad y próspero año nuevo 2024.

@OttoJansen

El canto de fraternidad y reconciliación exhortado por la Navidad y el fin de año, en que todos procuramos ser partícipes por sobre los mil y un contratiempos, instar a su permanencia; construirlo de alguna manera y de forma sencilla, si no nos es posible producir el mejor jolgorio. Haciendo realidad momentos agradables y bonitos bien sea una canción o una sencilla comida. A ese espíritu de felicidad colectiva que afinca sus deseos en la conmemoración del nacimiento del Niño Dios o que traen también a la imaginación al personaje de Charles Dickens, al ruin y avaro de Ebenezer Scroppe, en una mañana de la Nochebuena que en el devenir de esas horas aprenderá sobre la justicia y el amor.

Así nos preparamos para un nuevo calendario y poder afrontar con ilusiones renovadas las batallas y desafíos. Claro, aún en estas horas, podemos ver en Venezuela cómo el poder político es un yugo engolosinado en sus privilegios con muestras de ostentación de la abundancia, los buenos banquetes de negociaciones que le sirven para preservar el estatus y el confort. Puede perfectamente apreciarse cómo estas celebraciones son diametralmente diferentes a lo que el común de los habitantes puede llegar a tener, muy distante de anhelos y deseos de justicia. Esto puede frenar las ilusiones y las esperanzas en la indefensión de derechos y de sueños, sin embargo, no se asume de este modo y pasado el impacto de la burla, la dinámica del sentimiento decente y humilde sigue su camino de encontrar en cualquier resquicio la alegría y la carcajada optimista.

A lo largo de este 2023, evidenciado con los acontecimientos políticos de octubre y de todo el último trimestre del año, hemos compartido con nuestros lectores la afirmación de que estamos en un cambio de ciclo histórico, despedida y ocaso de una larga etapa. Ya el modelo del régimen gobernante no da más y lo que le queda es el garrote vil, que se acentuará o termine en derrota estruendosa según se desencadenen los hechos en próximas coyunturas. Existe un cálculo de la revolución chavista (y hacia allí se mueven con agilidad) de permanecer indefinidamente secuestrando las riquezas, potencialidades y futuro de Venezuela basado en la coacción y en el miedo de la gente que hasta el momento no ha podido doblegar. Esto complica la fórmula “exitosa”, pero tiene buenos y suficientes elementos a su favor (que el dinero lo puede en casi todo pero no lo único) para hacerse efectiva mediante las conductas egoístas de las elites nacionales y regionales, que no abandonan su idea de colaborar con el gobierno, aunque sean acuerdos de mentiras los que obtengan. El otro elemento de la ecuación es la existencia de la organización que se alce por sobre las cenizas de la mediocridad y la corrupción de las conductas de los partidos políticos, y haga tangible en el colectivo nacional y local que “el futuro está llegando”. La tardanza e invisibilidad presente de este factor hace pensar equivocadamente -a nuestro parecer- que la historia no se mueve: lo confirmamos, la historia sigue su curso y un nuevo ciclo viene gestándose para Guayana y Venezuela, aun cuando al otear el horizonte solo los avaros “Scrooge”, de esos liderazgos a los que ya no se les aparecerá ningún fantasma que les transforme en seres buenos, son los que por ahora se ven.

En Navidad me invitaron/para un tremendo festín/ 

La espiritualidad es el arma de los venezolanos en el presente tiempo, así nos los demuestran las incontables experiencias de la enorme diáspora por el mundo. Las acrobacias de las mayorías que están en el país para no morir de mengua o resignación. Es la fortaleza que tiene alto el umbral del dolor y cree, siempre cree. No se trata del ruego abstracto o de la emocionalidad convertida en huida hacia la divinidad como refugio; es crecer, desde lo más interno, dándonos oportunidad para ser persona y otorgando el lugar que Dios ha de tener en la convicción de quienes profesamos esta fe. 

Ya a estas alturas de un proceso institucional, económico y social desgarrador, gran parte de la existencia, en lo individual y como sociedad, dependerá exclusivamente de la disposición que tengamos, de las decisiones que tomemos; de esfuerzos e impulsos, que seamos capaces de atrevernos. De hecho, tenemos años en este trance. No es que la solidaridad no exista, es que incluso ella debe tener un buen asidero y ese asidero tenemos que otorgárnoslos nosotros mismos: ¡No hay escapatoria! La misión y norte para mantener las alegrías, sueños y anhelos es hacernos familia compacta y sólida desde nosotros mismos, echando el resto en rescatar la identidad, el territorio y el Estado. Son modestas reflexiones previas al 24 y 31 venezolano ante la tentación de la autoflagelación o el escepticismo.

Queda mucho fariseismo de todos colores, y todavía más en la extensa Guayana, pero haremos posible nuestra faena como se hace en cada rincón dentro y fuera del país. Feliz Navidad y próspero año nuevo 2024. Nos encontramos a finales del mes de enero próximo.

Trocitos… Me entero del fallecimiento, el 20 de los corrientes, del apreciado amigo Adón Soto, dirigente social y político de la región quien, además, fue articulista de Correo del Caroní. A él debemos unas líneas a lo que fue una de las etapas públicas singulares del estado Bolívar. Hasta siempre Adón.