jueves, 23 enero 2025
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¡Llegaron los robots!

Mecanismos más sofisticados con el paso del tiempo, más eficientes, con mayor musculatura, pero sobre todo, más constantes que sus predecesores de carne y hueso, en materia de valores éticos. | Foto cortesía

@omarestacio

Acaba de concluir, en Pekín, la Conferencia Mundial de Robots. Informaron los organizadores que se exhibieron alrededor de 500 prototipos, procedentes de más de 100 empresas fabricantes. Algunos son consejeros matrimoniales, otros enfermeros, pero también hay niñeras, catadores de vino, socorristas, gurúes, chismosos de condominio con más variedades que la TV por cable, “Boy-toys” y “Damas-objeto”, de obediencia sin chistar.

No somos enemigos del progreso. Además, de nada vale oponérsele. Pese a ello, cada vez que se anuncian eventos como el mencionado, nos invade la desesperanza. Uno de nuestros temores se relaciona con la casi segura rebelión de los humanos-máquinas, en un futuro cada día más presente.

Mecanismos más sofisticados con el paso del tiempo, más eficientes, con mayor musculatura, pero sobre todo, más constantes que sus predecesores de carne y hueso, en materia de valores éticos. Impondrán su superioridad de cuerpo, pero de alma, sobre todo. Terminarán por apoderarse de la Tierra, sojuzgar a sus inventores si no es que deciden borrarnos del mapa. En especial, a quienes hemos advertido el peligro con antelación.

Tenemos que resignarnos: La inferioridad humana será más patética cada día. En particular, en determinados sectores. Un gobernante-robot, por ejemplo, jamás pecaría por guisador. Ni se le ocurriría bailar salsa, después de asesinar estudiantes ¿Un narcodesgobernante robot?  ¡Imposible! Es algo que choca con la  inteligencia artificial, si es de veras inteligente ¿Ponérsele en cuatro extremidades -los robots no tienen patas, sino extremidades- a, chinos, rusos, turcos, iraníes, narcofaracos, narcoelenos y cuanto bicho de uña, humano o humanoide, viene a explotar nuestros recursos, mitimit con cierto hombre de hojalata? Eso ¡jamás!

Si a un Presidente-robot, se le quema un chip o dos cables se le cruzan, no habría necesidad de convocar referendo revocatorio, enjuiciarlo por vendepatria, ni de colgarlo de un poste -colgarlo por las inalámbricas, aclaramos- sino de acudir a la ferretería más cercana a comprar los repuestos que le hagan falta. Además, en tal supuesto, quedaría la posibilidad de exigirle daños y perjuicios al fabricante. Por el contrario ¿Quién va a demandar a los votantes de un país, si cometen el despropósito de colocar al frente de sus destinos a un humano, que no llega ni a hombre de palo, en los eventos internacionales?

El efecto cascada, sería otra de las ventajas de tal avance tecnológico. Algo seguro, será el nivel de exigencia del robot que cubra plaza como jefe de Estado, en la selección de sus colaboradores. Serán cosa del pasado, los ministros con cuentas cifradas en Andorra, antecedentes por asesinato, ni algún generalote nacido humano,  amamantado en Fuerte Tiuna, pero arrodillado, como un androide, a causa de su testosterona de silicón. Además, los costos de mantenimiento, atentan contra la supervivencia burocrática del homo sapiens. Cambio de aceite, lavado, engrase y sanseacabó. Hasta 2031. Lo lamentamos, por burócratas al estilo de  “El Hombre del Bragiuetazo”. Los reemplazarán muñecos sumisos,  bobalicones, peluches, que no necesitarán más cuerda sino recarga con un par de alcalinas triple “A”.

Un gobierno robótico o de los mejores, por lógica, se apegará a los principios de pluralismo, alternabilidad y el Estado de Derecho. Por las buenas, sin necesidad de recompensas ofrecidas por la DEA, de sanciones de la OFAC, ni de promover diálogos envenenados, para sabotearlos después “po’ que pa’ eso semos gobielno”. Cada período constitucional, una fuerza de oposición se aglutinará alrededor de los últimos modelos con cámara incorporada. Suficiente la transmisión  pensamientos de sus gobernados, para que sintonicen sus más caros anhelos.  Más eficientes que los legendarios ¡OK, Siri o Alexa!

Prevalecerán aquellos funcionarios con garantía de buen funcionamiento. Dos períodos constitucionales o  100.000 horas robot, y sanseacabó, para no degenerar en tiranías con puño de acero.

Nos encontramos en el umbral de una revolución de verdad. El PSUV no necesitará, otra vez, empadronar muertos en el REP, inhabilitar adversarios, meterlos presos, intervenir partidos opositores, ni comprar con sobreprecio nuevas máquinas de votación. Bastarán varios barcos, desde Pekín, cargados de humanoides y así, ¿quién lo duda?  diputadas como la de los rulos repetirá en su curul, sin necesidad de reconciliarse con el agua, el jabón y la pasta de dientes.

A la Humanidad, la eliminará la inteligencia artificial, si es que la imbecilidad natural, no la fulmina antes.