jueves, 18 abril 2024
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Hay cantantes y que además lavan

… Lavan dinero negro. De los narcos, de los corruptos, de los proxenetas, de Zapatero, Putin, de los narcosobrinos, de las narcosuegras, del Narco Platanote.

@omarestacio

Visito a Billy The Bitter en su muy austera, pero no menos, digna residencia en Coral Gables, Florida, EE UU. Este alto cargo, jubilado de la DEA, caballero templario de la lucha antinarcóticos, no nos recibe hoy con su reglamentaria .44 Remington Magnum, junto a la que se jugó el pellejo varias veces por su país. Ahora, tan certero como entonces, dispara información desde su mecedora de abuelo, auxiliado por unos audífonos para mitigar la pérdida de audición.

Antes era el petróleo. En los tiempos que corren, cuando sale a relucir Venezuela, el tema obligado es el narcotráfico de quienes usurpan el poder. Más aún, con un interlocutor como el nuestro:

– ¿Conciertos de música sobre todo no académicos, dispendiosos, en medio de la “burbuja” o hipotética “recuperación económica” propulsada por el tirano? -se pregunta y se responde a sí mismo, El Amargo– ¡Bullshiiit! ¡Tales eventos de asistencia masiva, en medio de catástrofes como la de Venezuela, no son indicativos de prosperidad, ni de resurgir financiero, ni de nada bueno. Lo que delatan es el empleo del mecanismo específico, para legitimar capitales que te voy a explicar! Se inauguró en el fútbol colombiano. El entonces ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, denunció que el Atlético Nacional, Millonarios de Bogotá, el Santa Fe, el Deportivo Independiente de Medellín, América de Cali, el Deportivo Pereira, el Unión Magdalena -cuyo socio principal llegó a ser Rodríguez Gacha, compinche de Pablo Escobar- estaban penetrados hasta los tuétanos para lavar dinero sucio del narco. Y a los pocos días esos mismos delincuentes acribillaron a Lara Bonilla.

El mal humor de El Amargo o de Guillermito, como lo llaman, también los hispanos de su vecindario, es proverbial. Ha sido declarado “persona non grata” en los últimos tres asilos para adultos mayores en los que ha sido internado. “Rambo”, “Flinstone” (o “Picapiedra”) y “Trump” (El Amargo es fervoroso admirador del expresidente) me reciben con malas pulgas, idénticas a las de su amo. El Amargo calma a sus mastines. Respira profundo, toma impulso y prosigue su retahíla:

– En México ocurrió lo mismo. Tirso Martínez, redomado narcotraficante, hoy preso, en EE UU declaró en el juicio de N.Y. contra El Chapo Guzmán, que éste adquirió participaciones en las oncenas de Querétaro, Irapuato, Venados de Yucatán, La Piedad. Lavar dinero sucio era su leitmotiv. Otro testigo protegido de la DEA reveló, por separado, que el cártel mexicano de “Los Valencia”, para el mismo propósito se valió de la serie de partidos “caritativos” o de “beneficencia” de “Messi y sus amigos”, de 2011 a 2013, en Bogotá, Medellín, Cancún, Miami, Los Ángeles. La historia del narcofútbol se ha repetido una y mil veces en el mundo de la farándula. Las Ferias de San Marcos, en la céntrica ciudad de Aguascalientes y de San Isidro, en Metepec, ambas de México, aparecen como las principales en las que el Cártel de Jalisco ha aprovechado para legitimar grandes sumas de dinero. Figuras como Alejandro Fernández, Gloria Trevi, la Banda MX, Los Tigres del norte, Los Ángeles Azules, Bronco, a sabiendas o por pendejos, han sido utilizados como parte de las operaciones. Años atrás, El País de España informó de una supuesta trama para blanquear alrededor de cinco millones de euros en la gira de despedida del charro Vicente Fernández, fallecido hace escasos meses. A Facundo Cabral, cantautor argentino, lo asesinaron en Guatemala al confundirlo con el “empresario” del espectáculo que lo había contratado. Las pesquisas posteriores determinaron que además de conciertos, el promotor, en referencia, era un poderoso narcotraficante, aparte de propietario de una larga cadena de burdeles. Los ingresos por musicales eran su estratagema para mimetizar el origen ilegítimo de su inmensa fortuna. Valen la pena los comentarios de la especialista Celia Farfán, del Centro de Estudios México-Estados Unidos de la Universidad de California, sobre el tema. A continuación lo más básico de tal modalidad de legitimación: Que se vendan, poco o que no se venda ni un solo boleto de entrada para determinado evento melódico o deportivo, es lo de menos para tal clase de rufianes. Estos últimos, en cualquier caso, regalarán, entre sus claques o amigotes los paquetes de entradas indispensables para que el espectáculo no luzca totalmente desierto. Al día siguiente se presentarán ante la taquilla del banco a depositar, en efectivo, la exigua recaudación por el espectáculo, más la diferencia entre tal suma y el aforo completo del teatro o estadio -monto total de la plata legitimada- como si los locales hubiesen estado a reventar. ¿Quién se traga ese cuento chino, por ejemplo, que en Venezuela, en medio del fementido boom actual, donde no hay ni un mísero salario para nuestros docentes universitarios, se agotaron miles y miles de entradas a USD 1.500, cada una, por escuchar a un artista desconocido, otro caduco y un tercero, peor que los anteriores? Los cantantes no solo cantan -redondea El Amargo sus reflexiones. Además de cantar, algunos, lavan las caras y el dinero negro. De los narcos, de los corruptos, de los proxenetas, de los alacranes, de Zapatero, de los depredadores del “Arco Minero”, de Putin, de los hijos de Putin, de los narcosobrinos, narcohijos, narconietos, de las narcosuegras, del Narcoplatanote. De quien se les atraviese.