El Día de la Tierra se decreta el 22 de abril de 1970, cuando unos 20 millones de estadounidenses tomaron calles, avenidas y parques para exigir la protección del ambiente y su sostenibilidad. Es entonces hoy una buena oportunidad para preocuparnos -dado el acelerado deterioro ambiental y los efectos del cambio climático- y también para ocuparnos, pasando rápidamente por mencionar algunas iniciativas nacionales, así como algunos consejos para los ciudadanos.
La ambientalista Adelina Colmenares de la UCLA aporta en uno de sus mensajes algunos datos, como para preocuparse, en relación al deterioro de los ecosistemas. Nos dice, por ejemplo, que el 89% de la población de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios están perdidos en América Latina y Centroamérica; 420 millones de hectáreas de bosques están perdidas en el mundo; el 90% de la población respira aire tóxico -según la OMS-; hay 2.200 millones de personas viven sin acceso a agua potable… La degradación de los ecosistemas la encontramos en todo el mundo. Hay que prevenir, detener y revertir.
Aquí, en Venezuela, el titular del diario 2001 de este 22 de abril habla del aumento de la tala para usar la madera para cocinar, ante el problema de la falta de gas doméstico -eso, en un país petrolero-. Añada usted el crimen ambiental que se está viviendo en el estado Bolívar por la explotación derivada del proyecto del Arco Minero del Orinoco, pues. Yo conozco pueblos mineros, he visto esos cráteres horribles que quedan con la explotación del oro. Además contaminan los ríos.
Los venezolanos tenemos derechos ambientales. Lean la CRBV en sus artículos 127, 128 y129. Usted y yo tenemos derecho a que el ambiente sea protegido.
La Educación Ambiental es obligatoria en todos los niveles y modalidades del sistema educativo en este país, según al artículo 107 de la CRBV. Incluso en la educación ciudadana no formal. Y educación ambiental es algo más, mucho más, que celebrar el Día del Árbol. Familia y escuela deben unirse para educar en esta materia. Además debe ser un tema transversal en la escuela, tiene que ver con la gestión escolar, tiene que ver con actitudes, con la relación con la comunidad… Y los medios de comunicación, y las redes sociales tienen mucho que aportar para la educación ambiental. ¿Sabe usted si en la escuela donde están sus hijos hay educación ambiental?
Hay que mencionar que el papa Francisco ha sido un gran defensor de la Casa Común, el planeta. Su Encíclica Laudato Si es una muestra de esa preocupación y ocupación sobre la defensa del ambiente. En la onda franciscana, la naturaleza es nuestra hermana, no nuestra esclava. El Papa también ha insistido en la urgencia por construir modos de desarrollo sustentables. El actual, depredador, no se puede sostener.
También en el campo de la sociedad civil encontramos organizaciones ambientalistas, que con mucha creatividad, dedicación, perseverancia y yo diría valentía, insisten en defender el derecho al ambiente sano. Menciono algunas de ellas, como @Clima21_VE, @GeografiaViva, @AccionClimaVzla, @ecopractica, que hace trabajo en escuelas, y tiene un programa en Radio Fe y Alegría y otro por Globovisión, en el cual da consejos prácticos para prevenir problemas ambientales y comparte experiencias.
Usted y yo podemos cuidar el agua. Cuando nos llega podemos aplicar en la vida diaria las tres erres: reciclar, reutilizar y reducir el consumo. Menos plástico, por ejemplo, con bolsas ecológicas para cuando vamos al mercado… Estar pendientes de los botes de agua limpia que se desperdician en la calle… Cesap tiene un programa que algo tiene que ver con esto que hablamos: “Barquisimeto Propone”. No tratan sólo lo ambiental. También lo hacen, y proponen soluciones a los gobiernos locales.
No podemos hablar del Día de la Tierra sin mencionar un agradecimiento a los hermanos indígenas, que han sido por siglos cuidadores de la naturaleza. Tienen mucho que enseñarnos a los de la cultura occidental. Han sido atacados por esa defensa, y más de un pueblo ha sido desalojado de sus tierras por ello.
Y para finalizar, como bien dice Clima21, “solo podemos defender el ambiente si tenemos libre acceso a información, si existen mecanismos para la partición efectiva en la toma de decisiones, si tenemos la confianza en que tenemos acceso a una justicia imparcial, equitativa y oportuna para solucionar los problemas (ambientales) y si lo podemos hacer sin riesgo de nuestra integridad y vida. Por todo eso exigimos al Estado venezolano suscribir el Acuerdo de Escazú”, que precisamente quiere garantizar ese acceso a la información y la defensa de los ambientalistas, acuerdo que Venezuela no ha firmado.