jueves, 6 febrero 2025
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Habilitados de ayer son los inhabilitadores de hoy

Van, amenazantes, por la calle del medio, con armas y cara de perro, declarando inhábil o incapaz a quienes le hacen frente y tienen un liderazgo incuestionable.

El zurderío finisecular usa sus mañas y vicios para entrar por la puerta principal de las instituciones. Una vez adentro lo carcome todo, hasta convertir en polvo cósmico lo que antes era madera fina y fuerte. Sobre las ruinas levantan un poder tiránico, que sólo le sirve a sus intereses y propósitos. Así ocurrió en Venezuela -que generosa y cándida- abrió de par en par las rejas de la cárcel para que asaltaran sus instituciones. Esas que avanzaban hacia su consolidación, después de 40 años de democracia y libertad. El Consejo Supremo Electoral le puso alfombra roja a la invasión de miles de izquierdópatas, que ufanos y con aires de superioridad, tenían la certeza que serían electos para cualquier cargo al que se postularan.

La habilitación fue total y el olvido los cubrió con su manto. No importaron prontuarios, expedientes, averiguaciones ni siquiera antecedentes penales o de otra naturaleza. La orden fue borrón y cuenta nueva. Aunque siempre queda la hemeroteca y la memoria de quienes pueden dar testimonio sobre tal o cuál individuo. Pero eso quedó para el anecdotario de aquella fauna, que traía en el morral historiales de atracos, asaltos, secuestros, agresiones, transgresiones, subversiones, fechorías de todos los calibres y maldades inimaginables. Aquello constituyó una primera reconversión, pues el prontuario criminal se convirtió en curriculum vitae. Alquimia revolucionaria en estado puro, que levantó los primeros pedestales a los cabecillas que se adueñaron de Venezuela hace 25 años.

El Poder Judicial habilitó con su silencio cómplice el asalto perpetrado por aquella miríada que invadió la institucionalidad nacional. Parálisis total en cada tribunal, para favorecer tomas de posesión en los cargos existentes y en los que fueron creados, según su saber y entender. Cero obstáculos legales en instancias nacionales, regionales y municipales para quienes, simplemente, se convirtieron en sus dueños. No hubo un dique legítimo de contención para semejante embestida contra este país, que fue tomado como botín. Después de dos décadas y media sólo quedan cascarones vacíos, pero con una burocracia que no para de crecer. No obstante, los sueldos miserables.

El Poder Legislativo también hizo lo propio para habilitar a los que reclamaban beneficios, prebendas y canonjías. Pocos parlamentarios fueron capaces de levantarse de sus mullidos asientos, para elevar su voz por la llegada, no de políticos, sino de propietarios, dueños, patrones, amos y señores de ideología socialcomunista. Que visto lo visto son los peores de todos. Quedó para la historia la intervención del diputado por el estado Bolívar, David Morales Bello. Esa que algunos recuerdan de vez en cuando por la frase “muerte a los golpistas”.

El Ejecutivo, presidido por el reelecto Rafael Caldera, no sólo indultó al militar felón, sino que lo habilitó con todas las de la ley para que diera su paseíllo triunfal -como buen matador- desde la cárcel hasta Miraflores. Creo que nunca resultó tan fácil llegar a la cima del poder, porque una oposición perpleja, fragmentada, narcotizada y sin voluntad, favoreció un triunfo que estaba cantado.

Para ponerle la roja guinda a la torta, los precios del petróleo se fueron arriba. Un aumento sin precedentes, que hizo que la naciente tiranía fuera habilitada con billones de dólares que dilapidaron, desperdiciaron y regalaron en festines, bacanales y saturnales. Que nada tenían que ver con las soluciones a los ingentes problemas de un pueblo, que vio naufragar sus esperanzas por un cuérrago infectado por los detritos de la corrupción más desorejada.

Los habilitados de ayer son los inhabilitadores de hoy. Congregados en la élite dominante, que lo decide todo en salas situacionales. Sin molestarse en montar un sainete o parodia con ribetes de legalidad. Van, amenazantes, por la calle del medio, con armas y cara de perro, declarando inhábil o incapaz a quienes le hacen frente y tienen un liderazgo incuestionable. Refrendado por casi tres millones de venezolanos que habilitaron a María Corina Machado. Frente a lo cual la patulea del TSJ debería mostrar respeto, pues el pueblo votó, decidió y habilitó.

Agridulces

Los funcionarios de la ONU que investigan el hambre tercermundista se fotografían, sonrientes, con los sobrealimentados hambreadores. La FAO sabe que Venezuela está entre los 5 países con mayor prevalencia de hambre y el índice más grave de desnutrición en Sudamérica. Lo que empeora cada día.

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