jueves, 27 marzo 2025
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España entre la obsecuencia y la resistencia mediática

Hay obsecuencia, pero también hay resistencia. Porque están los medios que no se han dejado comprar ni se han arrodillado. Son esos que sostienen los valores esenciales de la democracia con su valentía y su lucha frontal contra la arbitrariedad y la corrupción.

Leo parte de la prensa española para no olvidar lo que significa la libertad de pensamiento, de conciencia y de expresión. Esas que les permiten a los periodistas investigar en torno a temas sensibles para la sociedad, y que convierten a la denuncia -siempre con pruebas y sólidos argumentos- en un elemento esencial del periodismo. La misma que toda democracia debe respetar, por ser uno de los mecanismos que forman parte del control que todo poder necesita. La opinión, en estos medios de comunicación, constituye otro aspecto vital para interpretar la dinámica social y darle otra dimensión a lo que acontece, lo sucedido y lo que está por ocurrir. Los que opinan valoran, critican, cuestionan y contribuyen a darle una mayor difusión a las denuncias.

Aquello es lo normal en democracia, aun cuando el gobierno de turno muestre los dientes de un creciente personalismo, tal como ocurre en España. Allá la fortaleza de las instituciones ha impedido que se consolide una avasallante hegemonía comunicacional. Por supuesto, que el régimen ha comprado un buen número de medios impresos y audiovisuales, que gozosos se muestran rodilla en tierra. Son los que le hacen la pelota a Pedro Sánchez a cambio de prerrogativas y pingues beneficios. Uno es El País, aquel periódico al que todos respetábamos y buscábamos leer a toda costa. Los intelectuales más valorados por nuestro corazoncito ex zurdo, publicaban en ese medio. Pero algunos han muerto, otros se han retirado y a otros los han excluido, como a Fernando Savater.

De tal suerte que El País, junto a RTVE, la Cadena SER y otros medios serviles, copian los modelos cubanos, nicaragüenses o venezolanos. Son de lo más sudaca. Al servicio del puto amo. Son, como ha dicho Antonio Naranjo, perros falderos del poder. Estas aberraciones son claros indicadores de que en España pierden la libertad en las garras de un régimen socialcomunista. Cuya fecha de caducidad parece no ser tomada en consideración por sus electores, al permitirle mantenerse en el poder con espurios recursos y complicidades de altísimo riesgo.

Hay obsecuencia, pero también hay resistencia. Porque están los medios que no se han dejado comprar ni se han arrodillado. Son esos que sostienen los valores esenciales de la democracia con su valentía y su lucha frontal contra la arbitrariedad y la corrupción. Tan propias de esa izquierdocracia, que se ufana de una superioridad moral que le sirve de disfraz en ese carnaval del derroche, del enriquecimiento sin límites y de su hipocresía y cinismo desembozados.

El Debate dirigido por Bieito Rubido, OKDiario de Eduardo Inda, Libertad Digital de Federico Jiménez Losanto, La Razón con Francisco Marhuenda al mando, ABC y Periodista Digital con Alfonso Rojo en la dirección, son medios independientes. En estos encontramos la información confiable, los periodistas comprometidos y valientes que desenmascaran los turbios manejos y negocios de los que detentan el poder. Igual son la tribuna de los más talentosos, formados, agudos y geniales columnistas. Dotados de especiales capacidades para la escritura reflexiva, que seduce al lector con su humor dicaz e inteligente.

Cuenta la sociedad española con una oposición que intenta cumplir su función de arrostrar a un poder kakistocrático. Pues desde esta ribera, apreciamos que la cúpula está compuesta por quienes se enorgullecen de su prontuario, mejor valorado que un currículo respetable. Sin disimulo, Pedro Sánchez, está aliado con ETA y en manos de Carles Puigdemot. Un fugitivo de la justicia, que le marca la pauta e impone directrices. Cuyo abogado defensor, Gonzalo Boye, ha sido también de narcotraficantes, guerrilleros y terroristas.

Desde este subdesarrollo tercermundista -nepótico y despótico- que teje afinidades ideológicas y crematísticas con los más impresentables de España, cuesta desentrañar el galimatías político, cultural y social de ese país europeo. Lo intentamos, por eso tenemos claro que dos mujeres se destacan en medio de todo el enredo. Se trata de Cayetana Álvarez de Toledo e Isabel Díaz Ayuso.

Cada una es merecedora del reconocimiento, porque han demostrado capacidades, inteligencia, competencias y autoritas. Estas virtudes se han convertido en el blanco de sus enemigos en el poder, quienes diseñan estrategias comunicacionales, judiciales y de toda índole para desprestigiarlas. Por ahora, es Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, la que recibe más plomo parejo en su día a día. No le perdonan sus éxitos y logros. Tampoco su eficacia y eficiencia para resolver los problemas de los ciudadanos de la capital española.

Agridulces

La ONU decretó el 6 de febrero como el día internacional de Tolerancia Cero contra la Mutilación Genital Femenina, pero no se ha pronunciado contra el cambio de sexo en menores de edad: que también mutila y amputa.