lunes, 13 enero 2025
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¿Es la nueva geometría del poder el fin del madurismo?

Los gobiernos locales son, al igual que el Gobierno nacional, gobiernos con autonomías reconocidas por la Constitución; situación que los pone al frente de las estrategias de luchas civiles y políticas en todo el país. | Foto William Urdaneta

@abgoscarsalama1

Definitivamente sí. Para comprenderlo, tenemos que hacer un genuino ejercicio de soberanía a través de protestas organizadas en apoyo a la presión internacional y al ciclo de negociaciones en México. Los gobiernos locales son, al igual que el Gobierno nacional, gobiernos con autonomías reconocidas por la Constitución; situación que los pone al frente de las estrategias de luchas civiles y políticas en todo el país.

En este sentido, desde ya, los candidatos a alcaldes y concejales deben concertar el inicio de un ciclo de protestas animadas no solo en lograr la gobernabilidad municipal, sino activar el espíritu revocatorio contra Maduro. Para lograr ese propósito, es necesario que los recién electos, no vean ese hecho como un premio, sino como un compromiso y sacrificio por organizar a las comunidades en contra del régimen.

Desde siempre se ha pretendido sacar a Maduro de cabeza. Pues no hemos entendido que este tipo de régimen no sale así; hay que sacarlo por los pies; y ¿qué mejor que organizar, desde el poder municipal, las protestas y luchas sociales por la democracia? Es una lucha genuina, legítima y auspiciada desde el poder popular, con el poder popular por la consecución de la libertad.

Debemos recordar que el primer congreso de Venezuela nace el 2 de marzo de 1811, producto de la revolución del 19 de abril de 1810, que marcó el inicio de la lucha por la independencia del dominio español en Venezuela. Vicente Emparan, el capitán general de Venezuela, fue destituido por el Cabildo de Caracas, dando paso a la formación de la Junta Suprema de Caracas, la primera forma de gobierno autónomo, y se firma también el acta del 19 de abril de 1810, actuando en nombre de Fernando VII.

Es por ello que, desde ya, los futuros funcionarios del poder público municipal, amparados por la Loppm y la CRBV, al día siguiente de su toma de posesión, deben convocar al pueblo para emular la gesta del 19 de abril de 1810; y con ello presionar porque la salida sea, definitivamente, política y por decisión soberana y en la urnas de votación.