En el campo de la batalla política ningún movimiento por ganancioso que parezca, es en lo absoluto concluyente. Con la realización de las elecciones primarias opositoras venezolanas, si finalmente se consigue el propósito de concretarse por sobre los incontables intereses que provienen de las acciones del régimen, como de las expresiones burocratizadas y titubeantes de la vieja política. En ese escenario de comicios que abre la partida hacia las elecciones presidenciales o generales, se decantan posiciones, avanzan fórmulas, surgen posibilidades y se cosechan fortalezas que involucran al sentimiento de hartazgo social, potenciando el aluvión popular que desencadenaría los cambios fundamentales planteados para Venezuela.
Esto lo sabe con números en la mano la gente de la revolución y de allí el objetivo de parar esas elecciones en donde cualquier situación -porque así es la naturaleza de estos procesos- puede llegar a ocurrir. Incluso, hasta tener en el campo electoral una figura similar a Rodrigo Díaz de Vivar en su última batalla. Ahora, el romance es una cosa y otra la faena de choque de la política que en el caso del país tiene en el modelo chavista pilares bastante mal olientes y en las aguas opositoras, visos de estados de descomposición a la comprobación colectiva. Al vuelo de emociones suscitadas increíblemente por la realización de las elecciones primarias que ya hemos explicado sobre su inicial falta de garra, ahora vienen la contraofensiva del poder dictatorial y de los factores que juegan al colaboracionismo. Si, llegó el juego “político”, esas especies de malabarismo que pretende sin ningún disimulo que la gente no imponga su voluntad, sino que también acepte pasivamente en nombre de los políticos y de una supuesta civilidad, la fórmula que salga de las maniobras partidistas y de los acuerdos con la institucionalidad cuestionada.
No se trata, con las alianzas partidistas que hemos visto en horas recientes (bajo el manto de la validez democrática) de reforzar la posibilidad de un Cid Campeador que gane la batalla por la recuperación de la democracia y el estado de derecho secuestrado; no. El asunto es forjar la figura de un “zombi”, ya sea por estar suspendido en el tiempo, sin vida pero deambulando o por su atrofiada capacidad para actuar con impulsos vivos sobre el anhelo de cambio de la sociedad venezolana y enfrentar de raíz la obcecación totalitaria del Estado socialista y comunal.
Cruzada por la libertad
Arranca de nuevo, por lo tanto, la lucha por concretar las elecciones primarias y defender sus resultados. Es el momento de apreciar las ventajas con sus elementos definitorios que cada día mas están en juego. Los comicios, como expresamos, conllevan una línea ascendente de desenredar la madeja de normativas ilegales, cabriolas, emboscadas con dirigencias gastadas y apalancamiento del protagonismo social y ciudadano que no pararán en las elecciones presidenciales. Las elecciones del 2024 serán un punto importante pero la batalla por la democracia e impulso del desarrollo económico del país (visto desde posiciones audaces y nuevas) continuará con episodios donde volverán a cada paso- seguramente- los obstáculos de representantes de la revolución incubados, como están ahora, en áreas significativas e igual que permanecerán reductos de representantes tradicionalistas totalmente evidenciados con su accionar político de palabras sin compromisos y el juego de intereses personales y grupales donde los actuales partidos son artífices.
Prestar atención al mensaje, a la organización; no perder oportunidades para el contacto directo con las comunidades dentro del plan de diseñar la nueva democracia con el respeto por los derechos, exhortar la participación de nuevos actores políticos, es la dinámica que otorgará el contenido esencial a la cruzada por la libertad. La orientación escasa y ausente en el tinglado de cálculos y domésticos abordajes, de la campaña en las primarias, ha de suscitarse en los grupos voluntarios ciudadanos. De su propia creación han de brotar los lineamientos de avance en un ambiente donde las repeticiones de los trucos oficialistas para el engaño ya no tienen efectividad. Los guayaneses, en este caso, no aguantan más del desastre del Arco Minero y sus secuelas, de las estafas que las empresas creadas por el régimen pretenden hacer con lo que queda del empresariado y con los sacrificios que hace la población para sostenerse. No hay otra alternativa que el cambio del modelo político y económico, pero esto comporta deshacerse de la tarea exclusiva de vocear consignas y de postularse de candidato a cuanto cargo haya. Es obligatorio entender de una buena vez los espejismos del proceso y que requiere la movilización de la población a la lucha por sus derechos. Es el resquicio democrático que en ningún instante debe ser desaprovechado, lo cual también significa no dejarlo (en Guayana) en manos de los eternos piratas de la sabana.
Trocitos…
– El próximo 7 de septiembre damos comienzo a un ciclo de 5 programas denominado: “Elecciones primarias en Venezuela”. En @aquiconottojansen por la red Instagram. 5:00 pm, hora de Perú. 6.00 pm, Venezuela. Primer invitado, doctor Marcos Lima de Ciudad Bolívar. El segundo programa, lunes 11 septiembre, 2:00 pm, Perú, 3:00 pm, Venezuela. Invitado: Ingeniero Asdrúbal Oliveros, de Ciudad Guayana. Tercero, Jueves 14 de septiembre, 2:00 pm, Perú. 3:00 pm, Venezuela, periodista venezolano en Lima, licenciado Alfredo Salvador Flores. Director de Ciudadanía sin fronteras.