miércoles, 15 enero 2025
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El casabe: patrimonio desde siempre

Es un reconocimiento que valoramos, pues el casabe es esencial en la cultura de varios pueblos del continente. Esos que cultivan la yuca amarga, para elaborar ese alimento primordial que es característico de nuestras mestizas civilizaciones.

Nací en Upata y el casabe es parte esencial de mi alimentación, como lo es de millones de venezolanos en diferentes estados del país. En cada una de estas regiones este derivado de la yuca amarga tiene sus particularidades en cuanto a su diámetro, grosor y sabor. Este último se cultiva entre sus comensales, a quienes su paladar puede revelarle de dónde proviene la torta con la que han acompañado el condumio del momento. Su textura y olor gritan su frescura, que es un placer insustituible para los comedores de este alimento, que despierta la memoria involuntaria, asociada a nuestras sensibilidades y afectos más profundos y atávicos.

Esta experiencia del sentido del gusto se renueva cada vez que el casabe es mojado en la sopa familiar. En ese momento los recuerdos de la infancia vuelven a nuestra memoria y nos conectan con el pasado. Me gusta detenerme en esa vivencia de los sentidos: de la vista, el tacto, el olor y el gusto, al que se incorpora la audición cuando el casabe cruje al partirlo y, luego, pasa lo mismo al masticarlo. El pan de trigo me encanta, pero lo que experimento con el pan de yuca es algo íntimo, entrañable, inefable. Aquí vale reconocer aquella experiencia académica de leer a Marcel Proust, quien en el primer tomo de En busca del tiempo perdido, recrea su experiencia con la magdalena mojada en el té.

Ni por asomo aspiro a la excelsitud de aquella insuperable creación literaria. Pero atesoro que el gran escritor francés de la Belle Époque, me haya permitido sentir -desde una perspectiva que enriquece y enaltece- el cotidiano acto de comer. Centrado en ese alimento, tan aparentemente anodino e insípido como es el casabe, que desafía nuestro paladar con un sabor cargado de tanta sutileza. Tenemos que afinar nuestro sentido del gusto, para disfrutar el sublime e inenarrable sabor del casabe.

Hay sabores intensos y potentes, propios de algunos alimentos, que requieren la delicada compañía del casabe. Porque le da otra dimensión a aquellas combinaciones, que en el paladar son armonía plena. Porque él es acompañante perfecto en ese cortejo nutricional que nos da la vida.

Esta aproximación a mi vivencia personal con nuestro pan de yuca me llevó a los territorios lexicográficos de la palabra casabe. En el primer tomo del Diccionario de Venezolanismos elaborado por el Instituto de Filología “Andrés Bello” de la UCV, y publicado por la Academia Venezolana de la lengua y la Universidad Central de Venezuela, encontré una valiosa información con testimonios que se remontan a 1550. Habían pasado 58 años de la llegada de Cristóbal Colón, y en la Memoria y Relación de López M. aparece la palabra casabe junto al maíz. Destacable también, la “Relación del Socorro, que se hizo de la provincia de Guayana”, fechada en 1638 y que da cuenta de la entrega de tortas de casabe. En 1732 Oviedo y Baños describe la entrega, por parte de los indios, de avíos consistentes en pescados, maíz, casabe y carne de venado.

Hasta Humboldt dejó testimonio de sus observaciones al respecto. Escribió que los trabajadores “beben leche mojando en ella pan de maíz y de yuca, es decir arepa y casabe”. De este último afirmó que “es el alimento más indispensable en el país”. Y lo es. Tanto que escritores e historiadores, también, lo han tenido como un referente fundamental en sus trabajos creativos y de investigación.

El Diccionario de Venezolanismos (1983) utiliza dos grafías: casabe y casave. Que es un sustantivo masculino, definido como “Torta muy delgada elaborada con la yuca rallada, una vez extraído el yare. Se cuece en budare. Es un plato originariamente indígena que aún forma parte de la dieta popular”. Casabe es una palabra que proviene del taíno, un pueblo amerindio de lengua arahuaca, que habitó en las Grandes Antillas.

Esta semana la Unesco declaró al casabe como patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, inscripción realizada por Venezuela, República Dominicana, Haití y Honduras. Es un reconocimiento que valoramos, pues el casabe es esencial en la cultura de varios pueblos del continente. Esos que cultivan la yuca amarga, para elaborar ese alimento primordial que es característico de nuestras mestizas civilizaciones.

Agridulces

En menos de 5 minutos los sonrientes, felices y sobrealimentados diputados de la AN aprobaron la ley de presupuesto y endeudamiento 2025. Un récord que solo es posible en el socialismo del siglo XXI. Que aplasta con su mayoría a una minoría alacranizada, que renunció a su voz y, sumisamente, aprueba lo que conviene al régimen.