Si las cabezas del régimen tuvieran dignidad y alguna dosis de responsabilidad, deberían estar preparando su retirada al constatar que más del ochenta por ciento de la población lo desea. Ese porcentaje no disminuye. Ha estado creciendo en los últimos años de manera impresionante. No habrá vuelta atrás.
Uno de los problemas mayores es que no dependen de sí mismos. Funcionan dentro de esquemas que trascienden nuestras fronteras. La presencia protagónica de Cuba es una realidad desde la presidencia de Hugo Chávez. Murió en manos de los cubanos. En vida les dio responsabilidades concretas hasta en el propio gobierno y nunca escondió lo que estuvo a la vista de todos. Nicolás Maduro era el más estrecho colaborador del entonces presidente. Hasta ministro de Relaciones Exteriores cuando Chávez dio un golpe insólito a Venezuela relativo al tema del Esequibo. Ahora estamos viendo las consecuencias. Pero esto no ha terminado. El país entero está de pie defendiendo lo suyo sin claudicar, a pesar de las acciones del régimen.
El precipitado, inconsulto y extemporáneo referéndum convocado para el próximo domingo 3 de diciembre es un ejemplo claro de cuanto digo. Las preguntas son un desastre desde todo punto de vista. Hasta gramaticalmente están mal redactadas y no reflejan la real posición del país con relación a este tema tan delicado. El régimen hace de todo para motivar a la gente a votar en ese evento. Será otro duro golpe aunque inflen artificialmente unos resultados que no se corresponden con el sentimiento nacional. En lo personal ratifico mi posición de NO VOTAR. NO hacerle el juego a estos señores en un tema muy serio, es una obligación para quienes hemos sido coherentes frente al tema Esequibo.
Otro asunto se refiere a nuestra posición frente a la Corte Internacional de Justicia. Si tenemos derechos históricos indiscutibles y cualquier cantidad de documentación formal e informal que le da suficiente soporte a la posición de Venezuela, pienso que debemos dar esta pelea. Algunos exigen saber quiénes son los abogados del régimen en la actualidad, es decir, las personas que manejan el asunto. Yo me sumo a los que han planteado una convocatoria a los mejores juristas del país, a los especialistas en Derecho Internacional, a procesalistas en materia internacional y definir nuestra posición con relación a la CIJ.
María Corina Machado, nuestra candidata y próxima jefe de Estado, ha sido muy clara al respecto. Respaldamos su posición. El problema está en que falta cerca de un año para que esto se produzca electoralmente y pueden pasar muchas cosas. Por eso y mucho más plantemos que el régimen debe retirarse. Al menos sus cabezas visibles. Mientras continúen como hasta ahora no habrá cambios para bien.