El Parque Nacional Canaima es uno de los lugares más preciado que la naturaleza le ha dado al país, su soledad es casi un grito de silencio que invita a los nuevos pobladores a regar con su trabajo creador la semilla de la grandeza y la prosperidad. A formar filas que hagan de las fronteras al sur de Venezuela no la línea convencional, víctima de la voracidad de propios y vecinos, sino colmenas humanas que contagien su racionalismo y hagan vivir el sentimiento patrio hasta sus últimos rincones.
Me he visto en la necesidad de decirle al pueblo de Venezuela lo grandioso del territorio que constituye la Gran Sabana. La naturaleza en mágica acción taumatúrgica concentró sus poderes en este, el más viejo rincón de Venezuela y del mundo.
Esta vasta región del país está caracterizada por altas mesetas y mesas, con paredes verticales constituidas por areniscas policromas y fuertes taludes inferiores, son estos los conocidos tepuyes de la toponimia indígena.
En este altar milagroso encontramos también un pulmón vegetal compuesto por grandes montañas primarias de exuberante belleza, de superficies tupidas continuas y constantes para formar una gran reserva vegetal rica en su interior de especies vegetales únicas en su tipo.
Además de este valor, encontramos dos potenciales: el económico, capaz de generar al país un potencial hidroeléctrico constituido por los ríos Caroní y Paragua para garantizar el suministro del 70% de la electricidad que demanda el país y en lo turístico, por solo mencionar uno, está el salto Ángel con una caída de 769 msnm que lo hacen el más grande del mundo, rodeada su caída por un impresionante conjunto de exuberante vegetación, una laguna, saltos, riachuelos que en su conjunto lo hace una de las zonas más bellas y únicas.
En toda la Gran Sabana la capacidad de respuesta a cualquier acción destructiva es extraordinariamente lenta, constituyendo así un ecosistema altamente frágil, digno de ser tomado en cuenta al momento de la explotación de cualquier recurso, incluyendo el turismo. Es por ello que el Ejecutivo nacional en el año 1962 decretó como Parque Nacional 1.000.000 de hectáreas de este vasto territorio para luego, en el año 1974, elevarlo a 3.000.000 que garanticen su aprovechamiento racional.
Esto fue ratificado en el año 1994 cuando la Unesco decretó al Parque Nacional Canaima como Patrimonio Natural de la Humanidad. Si bien es cierto que el lugar conocido como Canaima es el más explotado turísticamente, en la Gran Sabana existen cientos de sitios dignos de mostrarse al mundo como el salto Kuquenán, el segundo en caída libre más alto del mundo, la cima del tepuy Roraima, etc.
Lo que está ocurriendo actualmente en Canaima, la actitud tecnocrática confiada a su vez en el poder de la ciencia y tecnología, estima que siempre es posible detectar los problemas, elaborar respuestas adecuadas y desarrollar las acciones necesarias en forma programada y eficaz. Pero ninguna de estas actitudes ofrece garantías de seguridad, el riesgo es muy grande, es difícil reconocer en forma precisa cuándo la acumulación de los problemas comienza a ser irreversibles.
El costo de las investigaciones y desarrollo de técnicas necesarias para intentar resolver los problemas serían tan elevados en la mayoría de los casos que el Estado no estaría en capacidad de justificarlo cuando la catástrofe sea evidente y quizás demasiado tarde para aportar soluciones.
Actividad depredadora de la naturaleza
La problemática ambiental en Guayana raya en la irracionalidad, hay un desaforado afán de lucro que, además de contaminar el aire, aguas y paisajes, expolian sin misericordia bosques, suelos, ríos y personas. Se quiere resolver un problema socioeconómico mandándolo a otra esfera creando un problema infinitamente mayor.
En este sentido podemos decir que la minería responde a una política oficial equivocada por ser incontrolada e ilegal que ni el Estado sabe cuánto produce. Además de la falta de una política oficial definida, funciona un chantaje social que permite aventurar al hombre de la ciudad y el campo a la mina en busca de lo que el Estado no ha sido capaz de darle.
La actitud del actual gobierno es negligente, comenzando por el jefe de Estado que en una alocución al país el 11 de diciembre de 2018 reconoció la presencia de mineros nacionales y extranjeros realizando minería en Canaima. Su discurso fue con motivo de un asesinato cometido por agentes del Dgcim en una mina de Campo Carrao donde obreros indígenas laboraban. Culpó a los pemones de incentivar y realizar la minería demostrando así su ignorancia en antropología.
Señor presidente, el indígena de la etnia pemón tiene más de 3 mil años poblando la Gran Sabana en pequeñas comunidades dispersas como parte de una estrategia de protegerse asimismo y a su territorio. La minería es una actividad completamente nueva para los indígenas, pero en los últimos 20 años han sido sometidos a influencias externas aculturativas a las cuales la mayoría de ellos se oponen.
En la cosmovisión del pemón no existe la minería, ésta es una actividad nueva para ellos, pero al ver sus hábitats invadidos no les queda más que asalariarse en la mina. Pero lo esencial en ellos como son su base existencial, su organización social y su lengua permanecen intactas, además el indígena no tiene la capacidad económica para realizar minería.
El equilibrio de la naturaleza descrita se está convirtiendo en un desequilibrio caótico, ilegal, irracional y contaminante.
El trabajo de Alex Tienda
A principio de este año vino a Venezuela el famoso influencer mexicano Alex Tienda con la finalidad de realizar varios reportajes de sitios emblemáticos de nuestro país. Comenzó por el Hotel Humboldt, luego el Parque Nacional Morrocoy y por último Canaima. Aquí llegó de la mano de la operadora turística María García, propietaria del Hotel Waku Lodge, la cual le preparó toda la logística para realizar su espectacular trabajo fílmico.
Alex Tienda no perdió ni un metro de su recorrido, todo fue grabado, navegó la laguna de Canaima con todo el riesgo que eso conlleva, pasó por detrás de los saltos La Rana, El Sapo, Ukaima, Las Golondrinas y Wadaima, remontó una pequeña cuesta para llegar a las otras lanchas que lo llevarían aguas arriba del Carrao. Después de unos kilómetros navegados tomó rumbo al pie del salto remontando el río Churun, los diferentes colores de las aguas lo impactaron.
En realidad, tengo que decir que logró realizar uno de los mejores vídeos que he visto de esa área. Alex Tienda al regresar a su país comenzó a difundir los audiovisuales realizados en Venezuela. En uno de ellos lo llevaron a Petare, el barrio más populoso de América Latina, allí pudo observar la gran cantidad de niños pidiendo dinero o comida, con signos de desnutrición, sin escuelas ni asistencia médica, y junto con su esposa crearon una campaña para recaudar fondos para los niños de Petare.
Los primeros en donar fueron él y su esposa con $1.000 cada uno, a las pocas horas habían recabado $20.000 y así sucesivamente y no tengo ni idea del monto total recaudado.
Hoy hay una gran incógnita en muchos estratos de la sociedad venezolana, como ambientalistas, investigadores, gremios profesionales, y es el porqué la señora María García no le dijo a Alex Tienda que todas estas bellezas que filmó en Canaima estaban amenazadas de desaparecer por la actividad minera intensa, depredadora y contaminante que cientos de personas realizan aguas arriba de la desembocadura del río Churun en el Carrao.
Por eso destaco la labor de Valentina Quintero, quien ha dedicado parte de su vida a promover el conocimiento de los sitios más emblemáticos de Venezuela -y creo- un 80% lo ha dedicado al Parque Nacional Canaima. No solamente muestra lo bello sino también la amenaza que cierne sobre estos lugares y la llamo Valientina porque a pesar de ser perseguida por eso aún persiste.
Este gobierno llegó a expropiarle un pedacito de su querida Venezuela que tenía como un spa cerca de Caracas para descansar de su ardua tarea y realizar los guiones de sus próximos trabajos; además un grupo de operadores turísticos de Canaima a fuerza de dinero convencieron a un grupo de habitantes indígenas a declararla persona no grata. Pero eso no la amínalo y continuó su campaña de defensa del Parque Nacional Canaima.
Por lo antes expuesto, quiero decirle a Alex Tienda que hay una parte de Canaima que tiene que mostrarle al mundo entero, y esta tiene que ver con la actividad minera opaca que se cierne sobre el parque declarado en el año 1994 como Patrimonio Natural de la Humanidad. Para mi es imposible que una persona tan hábil en sus labores de promover las cosas bellas del mundo no se enterara que los bellos alrededores del salto Ángel están amenazados a desaparecer, además su anfitriona más que nadie lo sabe y ha tenido que decírselo para que también pidieran por su protección.
Usted señor Tienda, tiene que volver a Canaima y llegar hasta Campo Carrao, que la señora García le organice otra expedición para mostrarle la otra cara de la moneda. Si ella no le dijo lo que ocurría está cometiendo un delito de lesa patria. Mucho se ha comentado sobre esta grave omisión, incluso se ha llegado a decir que el poder del oro puede más que el nacionalismo.
Los operadores turísticos no solo obtienen sus exuberantes ganancias por sus servicios prestados a los turistas sino porque tienen otras entradas supuestamente ocultas que toda la comunidad de Canaima sabe.
Señor Tienda, en nombre del pueblo venezolano deseo profundamente que regrese al país y recorra Canaima para que pueda hacerse eco del lamento ciudadano por la voracidad minera amparada por el régimen de Nicolás Maduro que compromete a las generaciones futuras y causa un daño irreparable a uno de los rincones más biodiversos de la Tierra.
(*) Expresidente de Proforca