martes, 18 febrero 2025
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Bolívar entre el nueve y diez de enero

Puntualizamos lo de la “imperceptible” movilización del 9 y 10 de enero en el estado Bolívar, para dejar registro del rechazo manifestado a los actos írritos de la cúpula socialista, por la organización ciudadana, en estas horas históricas.

@OttoJansen

Si existe alguna región de Venezuela que le ha tocado observar el retroceso de las que fueron los beneficios de la modernidad ha sido el estado Bolívar. Sus protagonistas, en todas las áreas, que ocuparon posiciones vanguardistas en lo tecnológico, el desarrollo urbano y en el proceso político de la descentralización, fueron arrasados por el modelo chavista en estos 25 años. Como igualmente fue exterminada la presencia de los medios de comunicación que se abrieron con pluralidad y pujanza. Uno tras otro fueron desapareciendo por el control del papel y la imposibilidad de sostenerse, con la excepción evidente de Correo del Caroní, que ha aguantado los embates más terribles de la revolución bolivariana por conservar una línea editorial basada en el compromiso con Guayana, en tono crítico e independiente. 

Ese panorama puede explicar el aparente comportamiento “invisible” de los guayaneses en los acontecimientos estelares recientes que terminaron -por ahora- con la auto proclamación presidencial de Maduro, la no llegada a Caracas del presidente electo Edmundo González para la juramentación de ley. Eventos en los que se hicieron notar contra el cerco militar algunos estados, más que otros, desde las movilizaciones del 9 de enero, convocadas por la líder María Corina Machado; víctima de un inolvidable secuestro momentáneo del régimen; llenando por horas de incertidumbres y dudas a Venezuela. El régimen bolivariano sabe que el liderazgo regional guayanés en la actualidad viene del subsuelo social, aun sin plenamente emerger, para que uno de los principales objetivos de su acción haya estado dirigida a las nuevas detenciones arbitrarias (Bolívar es el cuarto estado con más detenciones políticas en lo que va del 2025 reseña la nota de la periodista, Jhoalys Siverio del 13 de enero), a los reductos de resistencia del movimiento sindical, hoy sin su antigua influencia, pero que cuyos  dirigentes actuantes al atreverse a levantar la voz por los derechos laborales y políticos, gozan de una enorme solvencia moral que no exhibe la tropa partícipe de los negociados, que se empeñan en llamarse representantes obreros revolucionarios. Gozan aun de nombres propios ante el vacío y extravió de las clásicas organizaciones partidistas que como se sabe tienen, probablemente, mayor desconexión que en otras partes. El régimen autoritario da palos de ciego en búsqueda de los que encarnan el sentimiento democrático en Bolívar y en la tarea fallida, no ha perdido tiempo para ensañarse contra la ciudadanía disidente.

 Rabia que no esconde el rechazo

Puntualizamos lo de la “imperceptible” movilización del 9 y 10 de enero en el estado Bolívar, para dejar registro del rechazo manifestado a los actos írritos de la cúpula socialista, por la organización ciudadana, en estas horas históricas. No hubo reportes especiales de la Guayana profunda; solo que en Santa Elena de Uairén, el régimen cerró la frontera, pero en cuanto el descontento, excepto el silencio de la gente y soledad de las calles que cubrió, como todas las ciudades y pueblos a nivel nacional, no conocemos de expresiones locales. Ahora si conocemos que las redes sociales estuvieron siempre activas, pese a los bloqueos.

De Caicara del Orinoco o de Upata que no haya sido la enorme presencia policial y militar, igual no parecen haber registros del movimiento ciudadano. Pero de Ciudad Guayana y Ciudad Bolívar, urbes emblemáticas por el número de habitantes, si se apreciaron numerosas imágenes, añadido a los reportes espontáneos. Hubo suficiente presencia en las calles, no tan masiva como en otros actos, pero definitivamente significativas en el reto a la acción intimidatoria para los asistentes. De los sucesos de estas fechas: del aparente frenazo del plan de hacer valer la soberanía popular expresada el 28 de julio, coinciden quienes nos dan su percepción en la abrumadora rabia de los guayaneses en que el régimen se llegue salir con las suyas. El mensaje de Edmundo, dirigido a las Fuerzas Armadas sobre que preparen su presencia en el país, o a lo que se refirió María Corina Machado (sacudida de los golpes que le infringieron cuando fue retenida por algunas horas) en el última intervención pública, hablando del round próximo. Ambos discursos confirman que no es un espejismo la tensa calma que se vive en Venezuela y de manera puntual en Guayana.

¿Esperar la justicia, las acciones de la comunidad internacional o la expresión de los factores internos que no han querido expresarse? Las horas de los análisis terminaron el 9 y 10. El país entró en arenas movedizas de zonas desconocidas, pero de ejecuciones. Como lo hemos afirmado antes en estas líneas, la determinación popular es un hecho concreto. La dupla González- Machado ha reafirmado con creces su compromiso con la responsabilidad encomendada; a esto, quizás sea tan solo un tramo el que falte para el rescate de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela;  cerrando, como es anhelo general, un ciclo que puede duras horas o días, pero que boquea, horrorosamente, sus estertores.

Trocitos…

– El Comando Venezuela en Perú ha mostrado agilidad y entendimiento de lasdirectrices del apoyo a la lucha por la sociedad democrática, de los venezolanos en el mundo y ha mostrado una intensa actividad mediática y de calle en estas horas históricas de enero. Un equipo de muchos jóvenes profesionales, hombres y mujeres; resaltando su pasión por el porvenir nacional. Al hacer el contacto en nuestro live, con la movilización efectuada en la Embajada de Venezuela en Perú, mediante la colaboración del guayanés, abogado y politólogo Oscar Salamanca, aquí en Lima, comentamos de la útil contribución que estos activistas seguramente harán, en la renovación y construcción de organizaciones políticas y ciudadanas, representativas de las nuevas realidades políticas de Venezuela.