viernes, 19 abril 2024
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Política es manejo de realidades, pero…

Quienes hurgamos en los mensajes políticos buscamos resquicios que nos sorprendan con ideas audaces ante el atasco del país. Se trata de apostar a la política además de no cultivar espacios para los extremismos.

@OttoJansen

Hay que reconocer que el momento histórico que viven Venezuela y sus regiones, en la madeja de nudos con el secuestro del Estado y la horrenda depresión económica y social, no puede resultar tarea fácil para encarar el ejercicio de la política, entendida como abordajes a la gestión pública, derechos humanos y progreso material y espiritual de la sociedad.

La política, para que se convierta en eficaz y ejemplar, ha de asumirse en disciplina que implica madurez, determinación clara para el alcance de propósitos y una alta visión de grandeza, que es lo que ha sido el fracaso rotundo de las dirigencias y partidos denominados de alternativa democrática ante la instauración dictatorial. Ha sido estrepitosa la caída de las organizaciones políticas después de que la sociedad les endosó su confianza a protestas y comicios que fueron casi un cheque en blanco, pero la equivocación al entender la naturaleza del modelo revolucionario sin escrúpulos nos ha traído hasta el escepticismo y conformación de cofradías que por derivación de la amargura opinan con la verdad absoluta. Son grupos contentivos de la “verdad única”, que no ponderan las realidades políticas o esas realidades las convierten en catecismos de la impotencia.

Dos aspectos nacionales de los últimos días, pienso, sirven para destacar el retrato de la política y los intentos de reagrupación de factores opositores, teniendo en el medio a esos “fundamentalistas”: el primero, una discusión pública sobre que “la gente está cansada de la política”. Lo segundo, el comunicado del partido Voluntad Popular, denominado “Vuelvan Caras”. Ambos puntos tienen siempre de trasfondo en la distancia la angustia de la gente, cuyas penurias se ensanchan sin tener eco ni en la revolución ni en una oposición que no escucha ni olfatea las fortalezas del reclamo popular.

El periodista Pedro Pablo Peñaloza, en un hilo de su cuenta de Twitter, apunta a consideraciones que vale la pena mencionar: “La gente está cansada de los políticos’, dice un político. De todos menos él, claro, que sí conecta con la gente. Políticos y ‘expertos’ repiten como novedad que en Venezuela ‘la gente está agotada de la política’, dejando a un lado un pequeño detalle: la censura y autocensura”. Sigue el periodista en párrafos posteriores: “En Venezuela, cada vez hay menos espacios para que la gente se informe y participe en el debate político. La censura y autocensura se imponen en los medios, la represión hace mella en la esfera pública. Entonces, no es solo que la gente puede querer desentenderse de la discusión. Es que no tiene manera o mecanismo para informarse, participar y expresarse. Son pocos los espacios que quedan y mucho más reducida la lista de temas permitidos. De los problemas de la oposición, por ejemplo, se puede hablar con total libertad. Pero de lo que pasa en Apure…”

Destaca Peñaloza: “Siempre se dice que la gente está ‘cansada’, ‘desilusionada’ y demás expresiones por el estilo. No obstante, los hechos han demostrado que la llama permanece encendida. Así, en momentos de absoluta postración, se han levantado protestas multitudinarias o dado casos como Barinas”. Son tuits que intentan, con buenos argumentos, la orientación política. Si bien puede estarse de acuerdo con el reconocido periodista, el liderazgo político se desdice y no ayuda a encausar lo que en sanidad es desechar la antipolítica. Frecuentemente, las dirigencias pierden oportunidades de acompañamiento de las mayorías, las que siempre han tenido el pulso de luchas, a diferencia de la clase política postrada en el conservadurismo (caso particular del estado Bolívar), donde las posiciones de los partidos se han enfilado a obviar la condición de dictadura y la persecución a los derechos ciudadanos.

¿Vuelvan caras?

Quienes hurgamos en los mensajes políticos buscamos resquicios que nos sorprendan con ideas audaces ante el atasco político, social y económico del país. Se trata de apostar a la política y a su regeneración, además de no cultivar espacios para los extremismos, que usan verdades con ilustradas especulaciones. En relación a las elecciones primarias, revisamos la “Proclama de Voluntad Popular: venezolanos, Vuelvan Caras”, del 20 agosto del 2022.

El lenguaje tradicional priva en el comunicado. “A pesar de toda esta lucha, con avances, desaciertos y sacrificios – el objetivo más importante aún no se ha logrado y nuestro pueblo ha sido obligado a volcar sus esfuerzos en sobrevivir”, enfoca de entrada el rutinario mensaje a los venezolanos, a los que se les pide que vuelvan caras -el histórico grito del general Páez-, siendo que quienes deben volver cara, y escuchar con atención son precisamente los partidos políticos.

Es imperativo, sin desmerecer buenas propuestas como la del comunicado de VP, que estos manifiestos invoquen con firmeza y amplia exposición la voz ciudadana sobre sus prioridades directas, en la que la desconexión de los partidos es evidente. Por lo tanto, se ha de acordar que la política es el manejo de realidades; pero realidades de la gente y no aquellas atinentes a los cálculos de los partidos denominados democráticos, con lo cual es seguro se atornille el escepticismo, avancen los extremismos y continúe la pesadilla revolucionaria.