domingo, 15 septiembre 2024
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Apuntes de postcampaña

Si en el pasado la izquierda había servido para auxiliar a aquellos marginados de cualquier sistema, en el presente ha devenido en más desigualdad, autoritarismos y mamotretos de economías inoperantes.

Foco. En días recientes ocurrió lo que considero un desmerecido abucheo a Leopoldo López en Madrid. Primero que él está trabajando por la libertad de este país igual que el resto de los venezolanos. Sé que un político está sujeto al antagonismo de uno que otro sector, pero hay que mantener el foco, en este momento es inútil y fuera de foco. Es desmerecido además porque tanto Leopoldo como su familia han sufrido a causa de la persecución. Si se toman el tiempo para ir al informe independiente de la ONU sobre torturas y desapariciones forzadas, entonces quizás mediten sobre sus reacciones.

En el pasado preferí pasar por ingenua y no condenar a los políticos de oposición, primero porque había demasiado ruido. Difícil conocer totalmente la verdad cuando ha habido limitaciones tanto para la investigación como en la difusión periodística. Aunque he expresado mi deseo de saber más sobre las decisiones de los líderes de oposición y sus circunstancias, prefiero esto después que se disipe la niebla.

Sapeo. El CLAP fue el anzuelo para mantener a la gente vigilada y controlada. Ante la desobediencia, los otrora chavistas han sido sapeados y por ende secuestrados por un régimen que nunca más podrá ni dormir ni disfrutar la vida. La caja CLAP no es distinta a la pasta incomestible que le puedan dar a los presos, o a los pipotes de agua después de destruir la distribución de agua.

La izquierda. Si me permiten, en estos días que se hablan de la mano zurda y que para la izquierda ni para agarrar impulso, quiero poner en orden mis entendidos aquí. Para mí la izquierda como tendencia política ha existido desde el inicio de los tiempos, aunque no fue sino durante la revolución francesa que recibiera la denominación formal de izquierda. Ese concepto más antropológico de izquierda vale un espacio de discusión, pero no aquí. Por ahora me voy a referir a la izquierda como se entiende hoy, la del marxismo y comunismo que fuera planteado por Marx en la segunda mitad del siglo 19.

Pienso que el marxismo comunismo le pusieron el caldo morado a la izquierda basal. Si en el pasado la izquierda había servido para auxiliar a aquellos marginados de cualquier sistema, en el presente ha devenido en más desigualdad, autoritarismos y mamotretos de economías inoperantes.

Efectivamente: no sirve. No funciona. No importa a cuántos les echen la culpa a los demás, cuanta represión usen para imponerla, la economía es como la vida, como el agua, le gusta fluir, y necesita de la tierra para mantenerse firme. Pero parece que la fantasía marxista le es provechosa a estos regímenes.

Ahora bien, el que el marxismo no funciona tiene que ver con sus bases, la del materialismo filosófico que surtió a todo el pensamiento y la ciencia de su época. Sin embargo, a pesar de que la ciencia ha venido lenta y silenciosamente evaluando sus fundamentos materialistas, la doctrina marxista, no. Si se ha modificado, es para disfrazarse mejor. Ni desde el principio tuvieron al menos una meta loable que se correspondiese con sus banderas.

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