jueves, 23 enero 2025
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Amorosa anomalía identitaria

Exigió el cese de hostilidades, la suspensión de prácticas neocoloniales, fin del asedio y del intervencionismo. Una parrafada sesentosa, antimperialista, falsamente soberanista y absolutamente demagógica contra una Unión Europea, que impuso medidas sólo contra 50 responsables de violaciones de los derechos humanos.

No sé de individuos que hayan decidido bajar a la arena política con un nombre artístico. En general, apreciamos que los políticos tuvieron y tienen asumida su identidad, a pesar de llamarse Jóvito, Gumersindo, Bernabé, Pompeyo, Rómulo o Teodoro. Siempre con el deseo de ser conocidos por su nombre de pila, como demostración de cercanía, empatía e indiscutible liderazgo. Tal como fue impuesto por propagandistas y publicistas durante las campañas electorales de la democracia. Los apellidos se usaron menos, con la excepción de Caldera en su sempiterna aspiración presidencial. Pero, desde 1999 los publicistas y jefes de campaña se decantaron por el apellido de los dos autócratas que han monopolizado el poder en estos últimos 25 años.

Aquello lo refiero como contexto de una anomalía identitaria de un obediente funcionario de segundo nivel de este régimen, que decidió darse a conocer por su cognomento artístico. Llegó a la pila bautismal como Elvis, porque alguno de sus progenitores admiraba al rey del rock. Hidrobo es el de su padre y su madre aportó el Amoroso. Así que el vástago debe ser conocido como Elvis Eduardo Hidrobo Amoroso. Pero no, él decidió autodenominarse Elvis Amoroso.

Qué pudo haber influido en esta decisión. Es posible que el amor por la madre sea tan grande, que lo llevó a prescindir del apellido paterno. También que como buen comunista es un furibundo feminista, que defiende el matricentrismo y la matrilinealidad, en un país donde los hombres suelen estar ausentes en la crianza de los hijos. Otra explicación es tan obvia que se queda en el terreno de la frivolidad: Elvis Amoroso suena mejor para incursionar en el artisteo y en la política.

Lo cierto es que este individuo -un aprovechado segundón- irrumpió en el cotarro político hace 25 años. Se ha paseado por tres de los cinco poderes vernáculos, estos son: el legislativo, el moral y el electoral. Como diputado no recuerdo nada destacado. Pero seguro formó parte de la pléyade de focas aplaudidoras, cuya función era levantar la mano para “unanimizar” todo lo que salía de las noches en vela del insomne barinés.

Después de Clodosbaldo Russián, Galindo y otros, Amoroso recaló en la contraloría. Allí coronó como inhabilitador de oficio, al desplegar sus capacidades para cumplir órdenes de arriba. Esas que sacaron de circulación a todo aquel que pudiera ser un obstáculo en la consolidación de la más hambreadora, corrupta y represiva tiranía del continente. De contralor ejerció muy poco, si nos atenemos al significado de este galicismo, que se refiere a un oficio honorífico en casas reales y que en América designa a un “funcionario encargado de examinar las cuentas y la legalidad de los gastos oficiales”. Por su entrega hasta fue presidente de una entelequia llamada poder moral.

El pasado año el legislativo montó su teatro para seleccionar a los rectores del CNE, que sustituirían a Pedro Calzadilla y al resto de la directiva, eyectados antes de cumplir el período reglamentario. Nunca se dio una explicación, pero la presidencia del ente electoral tenía nombre y apellido. Cocinado en la cúpula, el tocayo de Elvis Presley ya sabía de su nuevo enroque en el enchufismo, que premia a los incondicionales rodilla en tierra.

La verdad es que en el CNE impera el silencio -sólo roto debido al proceso electoral- que obligó a Amoroso a leer en voz alta algunas decisiones tomadas por la élite dominante. Ya el psiquiatra había hecho lo suyo, al espetar insultos, afrentas y agravios contra todo aquel que exprese una posición contraria a la suya. El resto de los camaradas agarran línea y denostan, agreden, humillan e irrespetan desde sus púlpitos y atalayas mediáticas.

Una vez que gritan e insultan los chivos que más miccionan en este socialcomunismo, le mandan por escrito lo que deben repetir fámulos y espoliques. Esos que cuando les permiten usar el aparato fonador, se encaraman en el podio para lanzar unas catilinarias que dan pena. En el caso que nos ocupa, hemos sido receptores del sermón de un zurdo básico contra la Unión Europea. Amoroso no ahorró en adjetivos y calificó al grupo de los 27 como parcializado y agresivo, que impone sanciones unilaterales. Exigió el cese de hostilidades, la suspensión de prácticas neocoloniales, fin del asedio y del intervencionismo. Una parrafada sesentosa, antimperialista, falsamente soberanista y absolutamente demagógica contra una Unión Europea, que impuso medidas sólo contra 50 responsables de violaciones de los derechos humanos, que socavan la democracia y atentan contra el Estado de Derecho.

Agridulces

Los minpopos se multiplican como los roedores. Hay tantos que hemos perdido la cuenta. Pero son tan inútiles como peligrosos, porque cuadruplican la corrupción y la burocracia. Pero prometer un minpopo para los adultos mayores es poco menos que una burla electoral, para quienes reciben una pensión de 130 bolívares.