viernes, 17 enero 2025
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A los opositores: el legado

La plataforma unitaria está dando una campaña formidable y única. Hay políticos en ella que en su momento levantaron la esperanza de los venezolanos. Sin embargo, el logro de unirla le pertenece completamente a María Corina Machado.

Los electores de este país saben que está en sus manos restaurar la democracia, que son ellos el pájaro azul y no otro. Sin embargo, no siempre fue así.

La marca de estos tiempos. El vicio histórico de esperar a que las fuerzas armadas se aparezcan a “poner orden” con un golpe y a darnos una manito en el capricho del momento, afortunadamente no es ni deseable ni posible. El espejismo de que unos marines cual película de Hollywood iban a desembarcar en las costas para apresar al régimen opresor, no sólo no tiene antecedentes históricos en nuestro país, sino que un hipotético acto de violencia agregaría una complicación innecesaria. ¿Entonces qué ha cambiado? Ocurre que el venezolano se ha reconciliado con el espíritu de una república libre, y ha decidido firmemente abrazarla. Asumió que éramos los actores de la salida, prefirió vivir bajo un contrato democrático y no en un vasallaje a mano de mafiosos y, la tercera joya de la corona, comprendió que el camino era institucional y pacífico, entre los que se encuentran el de las elecciones.

Un dilema para el venezolano, las elecciones, con las que históricamente tiene una relación zigzagueante de amor y odio (Te quiero, no te quiero. El dilema con el voto, 01-10-22). Han sido años de dudas, algunas de ellas comprensibles. Por supuesto, no es lo mismo ejercer el sufragio en condiciones normales que cuando el ente electoral yace secuestrado por candidato y también gobernante. Sin embargo, muy a pesar de ese enorme obstáculo, ha aprendido el venezolano a imponerse a través del voto. Con fe se ha sujetado a un proceso que ha venido templando a lo largo de los años.

Se trata de un legado en construcción. Poco se habla de la hazaña de las elecciones de la Asamblea Nacional en el 2015, aun cuando en ella se recogió la experiencia y el tesón de experiencias previas. Con recursos exiguos y frente a un rival poderoso que forró nuestro campo visual con una campaña “escandalosamente costosa” (Las raíces vivas de la AN, 16-02-19), millones de electores coronaron un triunfo inobjetable. Un evento digno de estudio, ¿acaso ese triunfo tumbó la premisa de que gana quien tiene mayores recursos? Depende de lo que se entienda como recursos. Si un experto mide perfectamente el corre-corre de millones de personas comprometidas con lo que les toca, como por ejemplo, transportar a los testigos, comunicarse, llevar el agua, preparar los alimentos, aun así, la cuenta podría estar por debajo de la chequera del régimen. De allí lo que queda es medir la eficiencia de cada unidad monetaria en una campaña.

La multiplicación de los panes, así le llamo a las hazañas que provienen del espíritu. Si los números son el lenguaje del universo, antes de las secuencias musicales y las palabras de nuestro lenguaje, entonces la multiplicación de los panes debería ser cuantificable. El cómo se plantea el entusiasmo o los detalles aparentemente insignificantes e imperceptibles, eso no parte tanto de las matemáticas como del “observador” que debería usar todos sus cinco sentidos antes de cuantificarlos.

La plataforma unitaria está dando una campaña formidable y única. Hay políticos en ella que en su momento levantaron la esperanza de los venezolanos. Sin embargo, para alguien que desconoce la larga y ardua trayectoria de la oposición, le puede parecer que el logro de unirla le pertenece completamente a María Corina Machado. Efectivamente, ella tiene el mérito de haber concebido una estrategia y una comunicación política coherente, pero este ha sido también un logro de equipo. Hubo quienes en el pasado y ahora forjaron, asumieron riesgos, cometieron errores, juzgaron pobremente la situación, cedieron a presiones, pero sea lo que fuere, mantuvieron un importante trabajo de calle.

El legado que se construye es el del ciudadano que conoce su sistema político y sabe cómo defenderlo. Se dice fácil.

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