jueves, 13 febrero 2025
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67 años del 23 de enero de 1958

En los meses iniciales de aquel año, la dictadura de Marcos Pérez Jiménez enfrenta la agitación social con la prisión de Rafael Caldera. Hubo persecuciones, allanamientos y detenciones contra la disidencia, al tiempo que el régimen denunciaba conspiraciones y atentados.

El 23 de enero de 1958 fue precedido por múltiples y variados eventos, internacionales y nacionales, que hicieron girar la rueda de la historia. En el continente se celebraron elecciones en Perú, fueron asesinados Anastasio Somoza García en Nicaragua y Carlos Castillo Armas en Guatemala. También se produjo el derrocamiento de J.D. Perón, quien encontró refugio en Caracas, el colombiano Gustavo Rojas Pinilla fue depuesto y se materializó una ruptura de relaciones entre Chile y Argentina. Muy movida la geopolítica del continente, que influirá en el futuro inmediato de Venezuela. Y las primeras señales se dejan oír desde el púlpito, con la pastoral del arzobispo de Caracas Rafael Arias Blanco, difundida el 1 de mayo de 1957.

En los meses iniciales de aquel año, la dictadura de Marcos Pérez Jiménez enfrenta la agitación social con la prisión de Rafael Caldera. Hubo persecuciones, allanamientos y detenciones contra la disidencia, al tiempo que el régimen denunciaba conspiraciones y atentados. Algo muy propio de los regímenes totalitarios: pues son conspiranoicos por naturaleza. A lo que debe añadirse el deterioro de la situación económica que -luego de la abundancia inicial- entra en un proceso deficitario, debido a dificultades fiscales, por el impago a quienes proporcionaban los materiales para las obras públicas. Esas que los escasos nostálgicos del perejimenismo todavía te restriegan en la cara, cada vez que defienden a “su general”.

Un aspecto subrayado por Ramón J. Velásquez tiene que ver con el entorno militar. Pues Pérez Jiménez se presentaba como líder indiscutible de la FAN, pero en la institución castrense sentían que este se había desmarcado de las fuerzas armadas para convertirse en la cabeza de un “régimen tiránico, personalista y policial”. Además le cuestionaban que sus más cercanos asesores eran dos civiles: Laureano Vallenilla y Pedro Estrada. Que fueron expulsados por presiones de la cúpula militar, lo que algunos historiadores señalan como la primera fractura de aquella satrapía.

Las nuevas promociones del ejército, de la armada, la aviación y la guardia nacional tampoco se sentían representadas en y por aquel régimen dictatorial. Lo que constituyó un elemento fundamental para que el derrocamiento de Pérez Jiménez se gestara en los cuarteles, y su caída haya sido producto de un movimiento esencialmente militar. De botas y charreteras, como lo afirma el historiador Elías Pino Iturrieta.

Pero, visto lo visto, los civiles también tuvieron un papel relevante en la caída de MPJ. Papel que se hace sentir a partir de mayo de 1957, con la pastoral del arzobispo Arias Blanco. En junio se funda la Junta Patriótica con representación de Acción Democrática, Copei, Partido Comunista y Unión Republicana Democrática. Entre sus objetivos estaba oponerse a la reelección de Pérez Jiménez y luchar por un gobierno democrático respetuoso de las libertades ciudadanas. El 15 de septiembre se publica un manifiesto que lleva por título Carta Pública de la Junta Patriótica al Congreso Nacional, que exige la promulgación de una ley electoral, genuinamente, democrática.

Esta exigencia la responde el tirano, el 4 de noviembre, con un mensaje especial en el Congreso. Allí anuncia que la elección presidencial será realizada mediante un plebiscito, refrendado por un Consejo Supremo Electoral que se instalaría el 15 de noviembre. Dos días después los estudiantes de la UCV se declaran en huelga contra el plebiscito, y el 18 la policía y la muy temida Seguridad Nacional asaltan el Alma Mater. Detienen a más de 200 estudiantes y profesores, lo que provoca otras manifestaciones en los liceos de Caracas,

El 20 de diciembre de 1957 el dictador es proclamado presidente de la república, por un obediente y sumiso ente electoral. El 29 la Junta Patriótica exhorta a las Fuerzas Armadas a cumplir con sus deberes de velar y hacer respetar la Constitución. Muchos venezolanos no celebraron aquel fin de año del 57. La angustia, la expectativa y el estado de alerta deben haber sido mayúsculos, entre un importante número de los 8 millones de almas que poblaban el territorio.

El 1 de enero de 1958 se inicia con el estallido de una asonada militar en Maracay, que es derrotada y se rinde al día siguiente. El 4 la Junta Patriótica difunde un manifiesto titulado Pueblo y Ejército unidos contra la usurpación. El 5 el dictador ordena la detención de numerosos oficiales y anuncia un cambio de gabinete, con su auto designación como ministro de la Defensa. El 21 la prensa inicia una huelga que se hace general. El 23 las Fuerzas Armadas se suman al movimiento contra la tiranía, Pérez Jiménez huye del país y es sustituido por una Junta Militar, presidida por el contralmirante Wolfgang Larrazábal Ugueto.

Agridulces

Disruptivo, desafiante y contundente serían algunas palabras para intentar calificar lo que dejó la juramentación de Donald Trump. La aldea global fue estremecida con la revolución del sentido común, que guiará su gestión gubernamental.