Llegamos al mes de las elecciones primarias. Faltan solo unos días para concluir la “epopeya” de lo sorteado hasta el presente para alcanzar lo logrado, como lo calificó la doctora Mireya Rodríguez, analista venezolana actualmente en Argentina en conversación en @aquiconottojansen. La Comisión Nacional de Primaria, a despecho de quienes intentan implosionarla con renuncias, se ha crecido en las respuestas políticas reafirmando la fecha de celebración. El comunicado del CNE, ante esta posición más que amenazante es soberbio, poniéndose a sí mismo en la mira de la comunidad internacional, a la que el régimen hace carantoñas para disimular su talante dictatorial. En este panorama se pueden alinear piezas de estos días al cuadro de acecho al que solo la fuerza de la voluntad ciudadana pondrá reparo. Fuerza que algunos de estos factores partidistas y políticos en el juego de la convivencia con el gobierno que, por supuesto, es el principal interesado en aniquilarla, no quieren -les aterra- su protagonismo.
Lo dicho por el desdibujado gobernador Manuel Rosales sobre la culpa de todos en relación con la diáspora venezolana, es parte de los movimientos contra la voluntad de la gente. La continuación de rumores de renuncias es otro intento de derrota al afán de la libertad. El propio comunicado del organismo electoral pretende una firmeza que se esfuma ante la determinación de la “emoción social” (otro de los términos de la doctora Rodríguez). Pero ¿tales acciones serían percibidas tan claramente retorcidas, si no existiera la fuerza ciudadana que se acrecienta con más silencio que con la bulla de las actividades de los candidatos en la campaña de las primarias? Es factor que indica que ahora es que queda espacio para la lucha democrática y que es el compromiso con el sentimiento popular de cambio, que no ha sido sostenido por los partidos políticos en sus cálculos y titubeos el que cobra relevancia en este nuevo e interesante episodio contra la obcecación dictatorial chavista.
¿Para el 22 de octubre las cartas están echadas? Sí, no hay más opción que el ejercicio cívico de elecciones libres y justas, cuyas puertas empujan con fuerza las elecciones primarias. Es el torbellino de un proceso -con todos los aderezos de la manipulación revolucionaria- a la búsqueda de incidir en la caja de pandora política que se abre a diversos parajes donde la reciedumbre importa tanto como la visión clara de sus desarrollos. Ha sido así a lo largo de 24 años, solo que en esta oportunidad, por el sentimiento de justicia de los venezolanos y el empeño de salir del fracaso, los vientos no están del lado de las tretas del poder.
Idea que le ha llegado su hora
“No hay nada más poderoso que una idea a la que le llegó su momento”. La famosa frase del escritor francés, Víctor Hugo precede la etapa que se instala en Venezuela. No es nada más la irrupción cívica con las primarias, es el planteamiento de reafirmar la visión de lucha ante las pantomimas de un ejercicio político falso, acomodaticio, sin ejemplaridad, ni ética. Es el planteamiento, repito, que está tomando posesión del panorama nacional, para superar el atasco social, económico e institucional que preserva a como de lugar el chavismo con sus atropellos, trampas y mentiras.
La convivencia que han pretendido establecer los grupos de “engreídos” -tomo prestada esta denominación- aliados con el modelo revolucionario que ha creado los males del país para satisfacer la necesidad del Estado de reinar sobre las migajas, ha manipulado las luchas a las que tanto la población ha entregado. Habrá de una vez por todas que superar esa convivencia para poder desarrollar con éxito el plan de reconstrucción nacional. Es decir, lo que significa conformar el propósito de afrontar los retos por la libertad y por la democracia ciudadana; deteniendo la falsedad del régimen al invocar la paz ante la subversión en una sociedad secuestrada junto a sus derechos. Es el plan de resistencia democrática que tiene que ir deshaciendo los nudos para que Venezuela se empine sobre los terribles escombros que deja la revolución bolivariana, superando las secuelas de su existencia histórica que han impedido el provecho de ser una gran nación y no la masa empobrecida que hoy recorre las latitudes del mundo. Empecemos con el primer paso este 22 de octubre.
Trocitos…
– Despedimos desde la distancia al dirigente político bolivarense Arturo Montes Navas, fallecido el pasado 3 de octubre. Arturo, a quien en diversas ocasiones escuchamos en tertulias espontáneas episodios de la historia menuda del estado Bolívar en los últimos 30 años. De cuya amistad, derivada del activismo de las campañas o responsabilidades institucionales (cuando lo hicimos) pudimos obtener una visión más cruda de lo que es la política y por sobre diferencias de visiones el lado humano que existe. Hasta siempre Arturo Montes.
– El exconcejal de Heres, Edgar Sarabia, que lidera importantes grupos de ciudadanos independientes bolivarenses, en apoyo a la candidata María Corina Machado, sostiene que el desafío de cambio político en el estado Bolívar tiene que ofrecer mayor información y orientar acerca de la ubicación de los centros nucleados donde se efectuarán las votaciones. Aun con el esfuerzo del activismo realizado la población está ávida de más detalles sobre el propio proceso de primarias.