jueves, 28 marzo 2024
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Venezolanos en Ucrania cuentan lo que vivieron en medio de la invasión rusa

A las 5:00 de la mañana del 24 de febrero el presidente de Rusia declaró la guerra a Ucrania en represalia a las pretensiones del Gobierno ucraniano a cargo de Volodimir Zelenski de sumarse a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), también conocida como la Alianza Atlántica, una organización internacional de carácter político y militar, cuyo objetivo es garantizar la libertad y la seguridad de sus miembros a través de medios políticos y militares.

Minutos después del anuncio de Putin comenzaron los bombardeos de sus tropas a Ucrania. En simultáneo que las naciones del mundo pusieron en marcha estrategias para localizar y brindar apoyo a sus ciudadanos en ese territorio, excepto Venezuela, que pese a la gravedad del conflicto no ha anunciado ninguna.

Venezolanos en Ucrania han vivido en carne propia los embates de la guerra impulsada por Rusia en Ucrania. Moishe Moscovitz, un rabino venezolano se encuentra en Jarkov desde 1990, la ciudad ahora es unos de los epicentros del conflicto para vive ese país.

Contó en un entrevista con la periodista Shirley Varnagy que cuando comenzó el conflicto estaba durmiendo junto a su familia. “Me llamó gente de Kiev que quería viajar, me llamaron para informar sobre los ataques. Inmediatamente empecé a escuchar las noticias y luego las bombas”, relató.

En plena situación de violencia Moscovitz, contó, se trasladó a la sinagoga desde donde ha transmitido mensajes de esperanza a la gente. Asevera que en los primeros momentos lo que más hizo fue instar a las personas a cuidarse y a escuchar a las autoridades.

“Como rabino tengo que quedarme porque cuando hay un barco y el barco se hunde el último que se baja es el capitán”, agregó.

El venezolano aseguró que pese a las tensiones políticas de los últimos días nadie imaginó que la invasión estaba tan cerca. Aseveró que el conflicto armado agarró a la ciudadanía desprevenida, nadie estaba preparado y por eso es que la situación está tan seria, porque la gente no estaba preparada para el ataque.

“Tratamos de ayudar a quienes podemos. Muchos vienen a la sinagoga a dormir, cualquier ciudadano. Tratamos de ayudar al máximo. Damos comida a quienes no tienen y tratamos de cuidarnos entre nosotros”, agregó.

Tres blogueros venezolanos dedicados a documentar el turismo en todo el mundo también son testimonio del conflicto en Ucrania. Se encontraban en ese país grabando material para contar a sus espectadores cómo es el turismo y también a recabar testimonios del conflicto que se registra desde 2014 en ese país.

Se trata de Gabriel Herrera, Angeliana Khiyami y Ramón Velásquez. A través de sus redes sociales relataron la travesía que vinieron, luego de escuchar las primeras detonaciones a las afueras del lugar en que se encontraban, habían llego al país el 23 de febrero.

Los creadores de contenido describieron la experiencia como una de las más arriesgadas y de muchos nervios que han vivido.

Herrera contó que ante las advertencias que recibieron de los locales, y el clima de tensión que se vivía en el país tuvieron que salir de Ucrania a altas horas de la noche del 24 de febrero, por una carretera “completamente sola y sin nada de electricidad” que los llevaría hasta Moldavia.

Sin embargo, pese a que lograron dejar la capital atrás, los atascos y largas filas en las fronteras los dejaron detenidos en una zona conocida como el limbo ucraniano, que es una zona prorrusa por la que estaban ingresando los soldados rusos al país lo que los ponía en un riesgo aún mayor.

Entrevistado por Varnagy, Velásquez destacó que la noticia que encendió sus alarmas fue en las que se señalaba que Putin se refería al Donbás como unas repúblicas proclamada como rusa.

A su juicio para entender, desde el punto de vista civil, en el conflicto hay que tomar en cuenta que la sociedad tiene diferencias en cuanto a la nacionalidad y la etnia.

“La nacionalidad de algunos puede ser ucraniana pero étnicamente rusa. Hay personas que se sienten étnicamente rusas aunque posee documentos ucranianos. Tienen afinidad con Rusia”, agregó.