Unos 8 mil migrantes venezolanos se organizan en el sur de México para salir en caravana el próximo 6 de junio rumbo a Estados Unidos.
Los viajeros denunciaron que el Gobierno mexicano obstaculizaba su tránsito por el país con requisitos administrativos.
Los migrantes estaban a la espera de que las autoridades migratorias les otorguen visas humanitarias para transitar con seguridad por territorio mexicano, afirmó el activista Luis García Villagrán.
“Lo que hoy se está viviendo en Tapachula es un éxodo de migrantes venezolanos. El 70% de los 11 mil migrantes que tengo anotados pertenecen a un grupo vulnerable”, añadió.
Pura estrategia del Gobierno mexicano
García Villagrán dijo que la estrategia del Gobierno de México de mantener al migrante en el “tapón de la frontera sur” le generaba problemas a la ciudad de Tapachula.
Al final, este jueves el Gobierno mexicano autorizó el avance de al menos 11 mil migrantes, que esperan en esa ciudad fronteriza hacia otras localidades del país con vistas a agilizar los trámites migratorios que les permitan continuar su trayecto a Estados Unidos.
Pero a pesar de que es primera vez que las autoridades mexicanas responden a un escrito de movilidad humana, varios activistas de derechos de migrantes consideran que esa una estrategia para dispersar la caravana anunciada la semana entrante.
Los migrantes serán trasladados en autobuses a los estados de Puebla, estado de México, Hidalgo, Querétaro, Colima, Jalisco, Guerrero y Guanajuato, donde se espera puedan gestionar de manera legal las visas para transitar por el territorio mexicano, según asegura un documento que les fue entregado por el Instituto Nacional de Migración.
“Esta ciudad no cuenta con infraestructura para ofrecer empleo o estancia digna a una población flotante que busca llegar a Estados Unidos”.
La caravana migrante saldrá justo el día en que comienza en la ciudad de Los Ángeles (California) la Cumbre de las Américas.
