Las protestas sociales contra el Gobierno de Colombia entraron el jueves en su octavo día aunque con menos intensidad que los anteriores y, por primera vez desde el 21 de noviembre no hubo marchas que paralizaran el tráfico en Bogotá y otras ciudades sino que hubo tregua, aunque si concentraciones en lugares públicos.
Las centrales obreras y movimientos sociales que convocaron las protestas de la última semana dieron una tregua este viernes a las movilizaciones masivas. Además reiteraron su petición al presidente colombiano, Iván Duque, de que abra un diálogo “democrático y eficaz” con ellos.
Apoyo de congresistas
En esa campaña, el Comité Nacional del Paro recibió el apoyo de congresistas de izquierdas, como los senadores Iván Cepeda, Aída Avella y Antonio Sanguino, así como de representantes a la cámara como María José Pizarro y Germán Navas Talero, entre otros.
“Señor presidente, la mayoría de los partidos políticos representados en el Congreso y la comunidad internacional le manifestaron la importancia de reconocer a los interlocutores del paro nacional e iniciar un diálogo con ellos para buscar soluciones concretas a los reclamos que la ciudadanía hizo en la última semana”, manifestó Pizarro en una rueda de prensa.
La congresista insistió en que el Gobierno debe dar “las condiciones que permitirán iniciar cuanto antes ese diálogo incluyente, democrático y eficaz”.
El martes Duque se reunió en la Casa de Nariño con los líderes de las manifestaciones. Sin embargo, no hubo avances porque el Gobierno insiste en que los diálogos sobre las motivaciones de la protesta deben ser parte de una “conversación nacional” donde participen distintos sectores y no solo los que promueven las concentraciones.
Jornada tranquila
A diferencia de la primera semana de protestas, el jueves no hubo grandes movilizaciones ni alteraciones del tráfico como las que paralizaron servicios de autobuses.
La mayor concentración de este viernes tuvo lugar en la calle 85, en el norte de Bogotá. Allí se dieron cita grupos musicales para un espectáculo callejero donde predominaron los tambores y que reunió a unas 500 personas.
El director de la banda La Legión, Jorge Arciniegas, afirmó que hicieron una movilización “con el tambor como forma de protesta pacífica”.
“Es una excusa para reunirnos porque necesitamos millones de excusas para que esto cambie”, añadió.
También en Cartagena de Indias un pequeño grupo se reunió frente a la Torre del Reloj donde expresaron con música su descontento hacia el Ejecutivo colombiano.
Las centrales obreras aseguran que el gobierno de Duque prepara un “paquetazo” de reformas que causarán fuerte impacto económico y social en los trabajadores. Este incluiría eliminar el fondo estatal de pensiones Colpensiones, aumentar la edad de jubilación y contratar a los jóvenes con salarios inferiores al mínimo.
El caso Dilan
Entre las 13 exigencias hechas al Gobierno está también el desmonte del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía, causante de la muerte del bachiller Dilan Cruz, de 18 años, que falleció a raíz de la heridas sufridas en la cabeza el sábado por un proyectil disparado por un funcionario de ese cuerpo.
El Instituto de Medicina Legal divulgó este viernes el informe forense del caso. Este concluye que el chico murió por el disparo de una escopeta calibre 12 cuya munición era una bolsa con “múltiples perdigones de plomo”.
La directora del Instituto de Medicina Legal, Claudia García, dijo que la necropsia permite afirmar que la muerte del estudiante “se debe al trauma craneoencefálico ocasionado por munición de impacto disparado por arma de fuego, lo cual ocasiona daños irreversibles a nivel de encéfalo”.
Pérdidas económicas
Por su parte, la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) alertó que ese sector pierde en promedio 150 millardos de pesos (unos 42,6 millones de dólares) diariamente debido a la protestas que paralizaron la actividad en los comercios del centro de Bogotá y otra ciudades justo en la época de mayor movimiento por la temporada navideña.
El gerente del Centro Comercial GranSan y representante de los comercios populares de Bogotá, Yansen Estupiñán, aseguró que los vendedores del sector de San Victorino están entre los más damnificados por los reclamos.
“En esta temporada navideña, el sector de San Victorino tiene alrededor de 10 mil personas por hora y están viniendo 3 mil o 4 mil personas, más o menos el 60% de afectación”, concluyó Estupiñán.