La ministra del Interior del Reino Unido, Priti Patel, firmó este viernes la extradición a Estados Unidos del fundador de WikiLeaks, Julian Assange, tras varios años de espera. La justicia estadounidense reclama al australiano por la filtración masiva de documentos clasificados y el presunto delito de espionaje.
Sin embargo, la defensa de Assange apelará la decisión y hará uso de ese derecho en un plazo de 14 días bajo los probables argumentos del derecho a la libertad de expresión y si el requerimiento para su entrega tiene motivaciones políticas.
Un portavoz de la oficina de Patel destacó que luego de determinarse que “los tribunales de Reino Unido no han determinado que fuese opresivo, injusto o suponga un abuso de proceso”, por lo que se dio el visto bueno administrativo para la extradición de Assange.
Destacó que tampoco fue hallado que este proceso sea “incompatible” con los derechos humanos de Assange porque se asegura el derecho a un juicio justo y a la libertad de expresión.
Hay que recordar que el 20 de abril, el juez Paul Goldspring, de la Corte de Magistrados de Westminster, remitió a la ministra del Interior del Reino Unido, Priti Patel, la orden de extradición contra el fundador de WikiLeaks.
Esta decisión del juez británico ocurrió luego de que el 10 de diciembre de 2021 el Gobierno estadounidense ganara un recurso presentado ante el Tribunal de Apelación de Londres contra un fallo presentado en enero del mismo año en el que se había negado la extradición de Assange.
Por su parte, el portal WikiLeaks se pronunció tras conocerse la decisión del Reino Unido y calificó el hecho como “un día oscuro para la libertad de prensa y la democracia británica”, al tiempo que señaló a EE UU de ser el país que “planeó su asesinato”.
Resalta que Julian Assange no ha cometido delito alguno y que “no es delincuente”, al tiempo que advierten que la ministra del Interior del Reino Unido va a pasar a la historia como “cómplice” de Estados Unidos “en su plan para convertir el periodismo de investigación en una empresa criminal”.
Stella Assange rememoró la última conversación con su pareja antes de conocerse la decisión de extraditarlo. Dijo que Julian Assange tenía ansiedad y no podía dormir.
Insistió en que las acusaciones contra su marido “claramente tienen motivaciones políticas”, aunque mostró su esperanza en que el Gobierno estadounidense de Joe Biden retome la decisión del también presidente demócrata Barack Obama, quien en 2017 decidió no imputar a Assange por el precedente que sentaría para la libertad de prensa.
Assange se enfrenta en Estados Unidos a 18 cargos penales, incluida la violación de una ley de espionaje, después de que WikiLeaks publicara miles de archivos secretos de EE UU en 2010.
El fundador de WikiLeaks, que niega las acusaciones, ha estado en prisión desde 2019. Antes de eso estuvo encerrado en la Embajada de Ecuador en la capital británica durante siete años hasta que el entonces presidente Lenin Moreno revocó el asilo del que gozaba gracias al exmandatario Rafael Correa.