viernes, 29 marzo 2024
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Parlamento de Brasil pone freno a Bolsonaro en su intento de minar el sistema electoral  

La Cámara de Diputados rechaza la propuesta de una enmienda constitucional para el voto impreso en medio de una escalada del presidente para causar desconfianza ante futuros comicios. | Foto Evaristo SA | AFP

La Cámara de Diputados de Brasil ha rechazado este martes la propuesta del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, para llevar a cabo una enmienda en la Constitución que determine la emisión obligatoria del voto impreso junto al sistema de votación electrónico en futuras elecciones.

La inclusión del voto impreso defendida por el mandatario ha recibido 218 votos en contra, 229 a favor y una abstención, lo que ha supuesto que la cámara archive la propuesta ya que no ha llegado a los 308 apoyos necesarios, informa el medio brasileño UOL.

De este modo, se mantiene el sistema de votación y escrutinio actual, lo que supone una derrota para Bolsonaro, quien, no obstante, reconoció en la víspera que su propuesta tendría poco recorrido debido a la falta de “negociación”.

Tras el resultado, el presidente de la cámara, Arthur Lira, quien había decidido llevar la propuesta al pleno, ha agradecido al mismo su “comportamiento democrático” respecto al asunto y ha subrayado que este “queda definitivamente enterrado” tras el rechazo, recoge G1.

“No tendríamos tiempo ni espacio para iniciar una nueva discusión”, ha apostillado, para añadir que ahora es necesario “sentido común” para que se dialogue sobre una forma “racional, clara y objetiva” de incrementar la transparencia y fiscalización de las urnas.

Previamente, la tramitación de la propuesta había sido admitida por la Comisión de Constitución y Justicia de la cámara, en 2019, si bien una comisión especial que analizó la solicitud la rechazó hace una semana, pese a lo que se llevó al pleno de la Cámara de Diputados.

Fracasa intento de intimidación militar

El mismo día en que la Cámara de Diputados de Brasil tenía que votar la enmienda, el Ejército ha organizado un desfile militar en la Plaza de los Tres Poderes, en donde se halla el Congreso, lo que se ha visto como un “patético” intento de intimidación por parte del mandatario.

El desfile militar ha sido organizado por la Armada del Ejército brasileño con la justificación de hacerle entrega a Bolsonaro de una invitación para asistir a una serie de maniobras que se celebran todos los años en la ciudad de Formosa, cerca de Brasilia, por lo que es inusitado que se lleve a cabo todo este despliegue, en el que no han faltado los tanques y lanzacohetes.

Bolsonaro ha lanzado en los últimos meses contra el modelo del voto electrónico, al que señala como responsable del fraude electoral que, acusa sin pruebas, se podría cometer contra él en las presidenciales previstas para octubre de 2022, en las que según los sondeos, caería derrotado en primera ronda contra una hipotética candidatura del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.

La pataleta presidencial

El presidente de Brasil ha arremetido contra los diputados que votaron en contra de su enmienda constitucional asegurando que o bien “no creen en la honestidad de las elecciones”, o fueron “chantajeados”.

En uno de sus habituales baños de masas entre seguidores a las puertas del Palacio de la Alvorada, Bolsonaro ha dicho sentirse “contento” con el Parlamento brasileño, pues si bien no se obtuvieron los 308 votos necesarios, hubo 229 diputados que dieron su apoyo a la propuesta, frente a 218 que la rechazaron.

“Es una demostración de que estas personas votaron conscientemente y dieron un gran mensaje a Brasil. No creen en la honestidad de las elecciones”, ha dicho en referencia a quienes votaron en contra, cuya mitad, tiene entendido Bolsonaro, “votó chantajeada”. En el caso de aquellos que no participaron en la sesión, dice, lo hicieron, “por temor a represalias”.

La semana pasada, el Tribunal Supremo de Brasil aceptó incluir a Bolsonaro como investigado en su caso sobre la difusión de noticias falsas en detrimento de las instituciones democráticas al aceptar una demanda del Tribunal Superior Electoral (TSE) por los ataques que el presidente ha venido lanzando contra este organismo.