El papa Francisco pasó una noche “tranquila” y continúa en reposo, según informó este domingo la santa sede en el decimoséptimo día de su hospitalización en el hospital Gemelli de Roma debido a problemas respiratorios.
Fuentes vaticanas confirmaron que el pontífice alterna el uso de ventilación mecánica no invasiva con oxigenoterapia y no ha presentado nuevos episodios de broncoespasmo como el que sufrió el viernes, cuando su estado de salud se agravó repentinamente. No obstante, su pronóstico sigue siendo “reservado”.
Francisco, ingresado desde el 14 de febrero por una bronquitis con infección polimicrobiana que derivó en neumonía bilateral, envió este domingo un mensaje a los fieles durante el rezo del ángelus, el cual fue difundido por escrito.
“Siento en el corazón ‘la bendición’ que se esconde dentro de la fragilidad”, expresó, agradeciendo a los médicos y al personal sanitario que lo atienden, así como a quienes han elevado oraciones por su salud.
“Siento todo vuestro afecto y vuestra cercanía y, en este momento particular, me siento como ‘llevado’ y sostenido por todo el pueblo de Dios. ¡Gracias a todos!”, remarcó el pontífice.
El Papa, que en condiciones normales recita el ángelus desde la ventana del Palacio Apostólico ante los fieles reunidos en la plaza de San Pedro, no ha podido hacerlo en los últimos tres domingos debido a su quebranto de salud.
En su mensaje, también pidió por el cese de los conflictos en el mundo, calificando la guerra como “aún más absurda” desde su convalecencia.
Francisco mencionó a Ucrania, Palestina, Israel, Líbano, Myanmar, Sudán y Kivu en sus oraciones por la paz. Además agradeció a Dios por la oportunidad de compartir el sufrimiento de los enfermos y destacó sentirse acompañado por el apoyo del pueblo de Dios.
Este domingo también recibió la visita del secretario de Estado vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y del sustituto de la Secretaría de Estado, el venezolano Edgar Peña Parra.
Mientras tanto, continúa con su tratamiento y mantiene sus hábitos matutinos, como desayunar, tomar café y leer la prensa, indicaron fuentes vaticanas.