La primera ministra del Reino Unido, Liz Truss, anunció este jueves su renuncia al cargo tras seis semanas de haber sido investida como sucesora de Boris Johnson y de ser la última a la que la reina Isabel II pidió la formación del gobierno.
Desde el número 10 de Downing Street, la residencia oficial, Truss manifestó reconocer que no puede cumplir el mandato por el cual resultó electa por el Partido Conservador y que inició el pasado 6 de septiembre. Manifestó que su corta administración sí ejecutó lo prometido como por ejemplo el tema de la congelación de las facturas de energía, recortó el seguro nacional y había establecido una visión para una “economía de alto crecimiento con impuestos bajos”.
“Es la mejor decisión para mantener a Reino Unido en una condición económica estable”, expresó mientras señaló que permanecerá en el cargo hasta tanto se elija a un sustituto y que el rey Carlos III está al tanto de la situación.
«No puedo llevar a cabo este mandato. Renuncio».#LizTruss dimite como premier británica apenas seis semanas después de su nombramiento.
Sumida en una crisis política y presionada por sus propios parlamentarios, Truss dijo que dejará la jefatura en cuanto se elija su sucesor/cc pic.twitter.com/apeTxoP1pU
— DW Español (@dw_espanol) October 20, 2022
Truss agregó que más temprano se había reunido con el presidente del Comité de 1922, sir Graham Brady, con quien dijo que se acordó realizar la semana próxima la elección de un nuevo liderazgo. A su juicio eso puede asegurar que se seguirá el camino para cumplir con los planes fiscales y resguardar la estabilidad económica del Reino Unido.
La renuncia de Truss ocurre un día después de que la ministra del Interior, Suella Braverman, renunciara al cargo tras filtrarse datos sobre la política migratoria que la premier iba a poner en práctica.
En su carta de renuncia, Braverman aseguró asimismo que le preocupaba “seriamente” las políticas del gobierno. “Fingir que no hemos cometido errores, actuar como si nadie pudiera ver que los hemos cometido y esperar que las cosas salgan bien por arte de magia, no es una política seria”, escribió según citó la DW.
Al menos 17 diputados han pedido a Truss que dimitiera por el caos político de estas semanas.
En la misma semana, la exprimera ministra había dicho que no iba a renunciar y se definía a sí misma como una “luchadora”.
Truss se enfrentó a una fuerte oposición dentro del Partido Conservador por el fallido plan económico que presentó para equilibrar las finanzas de la nación, tras las afectaciones por el brexit, los altos costos de la energía en medio de la guerra rusa en Ucrania y una significativa inflación. Enormes desafíos con los que asumió la jefatura del Gobierno a principios del pasado septiembre.