El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pidió este miércoles, desde la 77 Asamblea General de Naciones Unidas, que Venezuela celebre elecciones libres y justas y además retorne a la mesa de negociación entre sectores del oficialismo y la oposición.
“Nosotros tenemos más qué hacer”, admitió el mandatario estadounidense desde Nueva York, en un discurso que estuvo centrado en la guerra contra Ucrania y la promesa de nuevas sanciones contra Rusia. Por segunda vez en la semana se refirió a la crisis y “presiones que han sacado a más de seis millones de personas” de Venezuela.
Estados Unidos ha intentado presionar, bajo amenaza de sanciones, a la administración de Maduro para que retorne a las negociaciones basadas en México, congeladas desde octubre de 2021 tras la extradición del empresario colombiano Alex Saab, a quien el Gobierno venezolano defiende como uno de sus diplomáticos.
Además mantiene una política de puertas abiertas a la migración, que este año ha visto el aumento de la llegada de ciudadanos venezolanos, nicaragüenses y cubanos a través de los estados sureños. “No es racional” devolver a los migrantes, aseveró Biden en una conferencia de prensa el martes.
Respecto a Ucrania, el mandatario dijo que trabaja con los socios de su país para imponer nuevas sanciones a Rusia por la invasión a ese país, que “tiene derechos como cualquier nación soberana (…) Estados Unidos quiere que esta guerra acabe, de una forma justa”.
Aclaró que las sanciones de Estados Unidos han permitido las importaciones de fertilizantes por parte de Rusia, y además respetan la seguridad alimentaria de ese país.
En su discurso reafirmó su apoyo a Ucrania ante la invasión rusa y dice que está “decidido a defender la democracia” en el mundo. Por ello dijo que “estamos colaborando con el G7 para demostrar que podemos ayudar a los ciudadanos”.
Además acusó a Vladimir Putin de violar “descaradamente los principios básicos de la carta de la ONU”. También comentó el discurso de Putin anunciando una movilización parcial inmediata de ciudadanos rusos y haciendo una amenaza nuclear apenas velada.
“Este mundo debería ver estos actos escandalosos por lo que son”, afirmó el mandatario, quien pidió a los países que sumen esfuerzos para que se mantenga vigente la Carta de Naciones Unidas, especialmente a aquellas naciones con sillas permanentes en el Consejo de Seguridad.
También apoya la idea de expansión de los miembros “permanentes y no permanentes” en el Consejo de Seguridad. Considera que los vetos constantes de los países en el consejo estaban perjudicando su eficacia, y dijo que solo usar vetos en “situaciones raras y extraordinarias” garantizaría que esta instancia “siga siendo creíble y efectiva”.
Otro de los puntos que tocó Biden durante su discurso fue la lucha contra el cambio climático. “No tenemos mucho tiempo”, advirtió, al tiempo que recordó que Estados Unidos ha “duplicado” los esfuerzos para combatir el alza de las temperaturas en el mundo.
El presidente enumeró algunos de los logros de su administración sobre el clima: “Nos unimos al acuerdo de París, ayudamos a lograr un acuerdo crítico sobre la policía 26, ayudamos a que dos tercios del PIB mundial se encaminaran para limitar el calor a 1,5 grados Centígrados”.
Biden agregó que recientemente firmó “una legislación histórica que incluye el compromiso climático más importante que jamás hayamos hecho en la historia de nuestro país”, que incluye un gasto gubernamental de “US$ 369.000 millones para el cambio climático”.