jueves, 27 marzo 2025
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Hospital donde se encuentra el Papa: “No está fuera de peligro”

En rueda de prensa, los médicos que lo atienden aseguraron que no corre peligro su vida y que está mucho mejor en relación a como llegó, pero eso no quiere decir que esté fuera de peligro.

El doctor Sergio Alfieri, del hospital Gemelli de Roma, aseguró este viernes que el papa Francisco no está fuera de peligro porque tiene una infección polimicrobiológica a la que se sumó una neumonía bilateral, camina poco y tiene 88 años de edad.

En rueda de prensa sobre la salud del pontífice, los médicos que lo atienden aseguraron que no corre peligro su vida y que está mucho mejor en relación a como llegó, pero eso no quiere decir que esté fuera de peligro.

“El Papa sabe que su situación es grave”, dijo.

Adelantaron que seguirá en el centro asistencial al menos toda la semana próxima hasta que esté curado de la neumonía bilateral y pueda continuar el tratamiento en su residencia en Santa Marta, pero se necesitará tiempo.

¿De qué sufre el papa Francisco?

Explicaron que Francisco sufre una bronquiectasia y una bronquitis asmática crónica y, por tanto, es un paciente frágil en este aspecto, pero que no presenta otras patologías y tiene un corazón fuerte. Aseguraron que está respondiendo bien al tratamiento.

Los médicos indicaron que incluso fue a rezar a la capilla del policlínico y sigue con su buen humor.

“No es una persona que se rinda”, añadió Luigi Carbone, el médico de la Dirección de la Sanidad del Vaticano y a cargo de la salud del pontífice.

Confirmaron que el santo padre no necesita de respiración asistida, que solo le administran un poco de oxígeno cuando es necesario y come con apetito.

Francisco se levanta y se sienta en el sillón a trabajar, pero no puede recibir visitas dada su situación.

Alfieri, responsable de Cirugía del Gemelli y que ha operado al vicario de Cristo, expresó confianza en que este volverá a su residencia de Santa Marta a seguir el tratamiento, pero advirtió de que siempre tendrá el problema de la bronquiectasia crónica, que implica problemas respiratorios.

El mayor peligro, explicó Alfieri, es que uno de estos gérmenes o bacterias, puedan pasar a la sangre y se produzca una sepsis y entonces podría ser muy difícil de curar. Pero agregó que el Papa no tiene nada de esto e incluso se han reducido algunos fármacos respecto a su ingreso.

Francisco fue ingresado el 14 de febrero en el hospital Gemelli de Roma por sus problemas de respiración, que resultaron deberse a bronquitis por infección polimicrobiológica a la que se sumó una neumonía bilateral.

Desde su hospitalización, hace una semana, su cuadro clínico se clasificó de complejo y requirió de una terapia farmacológica adicional. Sin embargo, tras el boletín del martes, que causó preocupación sobre la situación del pontífice al revelar que le había aparecido neumonía bilateral, las últimas comunicaciones del Vaticano apuntan a una “ligera mejoría”.