lunes, 17 febrero 2025
Search
Close this search box.
Search
Close this search box.

El Congreso de EE UU cita a declarar a fabricantes de armas

Los convocados son los directores generales de Daniel Defense, Smith & Wesson Brands, y Sturm, Ruger & Company, los 3 mayores fabricantes de armas del país, tras el tiroteo del desfile del 4 de Julio en Highland Park.

El Congreso de Estados Unidos llamó a declarar el próximo 20 de julio a los 3 mayores fabricantes de armas del país, tras el tiroteo que dejó 7 muertos en el desfile del 4 de julio en Highland Park.

La presidenta del Comité de Supervisión y Reforma de la Cámara de Representantes, la demócrata Carolyn Maloney, pidió por carta la comparecencia de los directores generales de Daniel Defense (Marty Daniel), Smith & Wesson Brands (Mark Smith); y de Sturm, Ruger & Company (Christopher Killoy).

Los representantes de dichos fabricantes de armas tienen hasta el viernes para confirmar su asistencia al Congreso.

“Los productos de sus empresas se han utilizado durante décadas para cometer homicidios y masacres, pero sus compañías han seguido vendiendo a civiles rifles de asalto”. Así lo criticó Maloney este jueves en un comunicado.

El Comité de Supervisión y Reforma abrió el 26 de mayo una investigación por la venta de rifles de asalto a civiles.

Con la comparecencia de los directores generales de dichas compañías, el comité pretende recabar información sobre los beneficios que han tenido estas empresas con la venta de rifles semiautomáticos como los AR-15.

Posesión de armas

El comité pidió la comparecencia de los fabricantes después de que el pasado lunes, durante el Día de la Independencia, un hombre disparara con un rifle contra el desfile en Highland Park (al norte de Chicago), matando a 7 e hiriendo a otros 39.

Los investigadores confirmaron que el sospechoso compró el arma del tiroteo, un rifle de alto calibre, de manera legal. Además, tenía otras armas, que también adquirió legalmente.

El debate sobre la posesión de armas se ha reabierto en las últimas semanas en el país después del tiroteo del 24 de mayo en un colegio de Uvalde (Texas), donde murieron 19 niños y 2 profesoras; y el ataque supremacista blanco del 14 de mayo en Búfalo (Nueva York), que mató a 10 personas.