El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas iraníes descartó este miércoles que se produjera una explosión provocada por sabotaje en el accidente del helicóptero en el que murió el presidente Ebrahim Raisi, en el segundo informe sobre el siniestro del 19 de mayo.
“De acuerdo con las muestras y pruebas realizadas a los restos y partes del helicóptero, la forma de su dispersión y las distancias de los componentes separados del cuerpo principal, se descartó una explosión durante el vuelo provocada por un sabotaje”, informó la agencia Mehr.
Los militares tampoco encontraron pruebas de guerra electrónica contra el aparato, en el que murieron además de Raisi el ministro de Exteriores Hosein Amir Abdolahian y otros seis pasajeros en el noreste del país, en la provincia de Azerbaiyán Oriental.
Además no hallaron defectos en los documentos de mantenimiento o reparación del helicóptero, un Bell 212 estadounidense. El número de ocupantes se encontraba dentro de lo recomendado y los pilotos no informaron de nada anormal en sus comunicaciones que se prolongaron hasta 69 segundos antes del accidente.
El Ejército, sin embargo, todavía investiga la situación de las condiciones meteorológicas y esos datos se harán públicos más adelante.
El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas ya publicó un informe preliminar el 24 de mayo en el que afirmó que no se habían hallado impactos de bala en el aparato y se incendió una vez estrellado, por lo que no veían indicios sospechosos en el siniestro.
El helicóptero despareció tras despegar de la ciudad de Tabriz en el noreste del país, en la provincia de Azerbaiyán Oriental, en lo que se describió al principio como un aterrizaje forzoso.
Luego de tres días de masivos funerales en varias ciudades del país Raisi fue enterrado el 23 de mayo en un importante mausoleo religioso de la ciudad de Mashad.
Irán celebrará elecciones presidenciales el 28 de junio y hasta esa fecha el hasta ahora viceprimer presidente Mohammad Mojber dirigirá el Ejecutivo.