El grupo de migrantes enviado el martes a la base naval de Guantánamo está compuesto por presuntos “miembros” de la organización criminal transnacional Tren de Aragua, aseguró Karoline Leavitt, portavoz del gobierno de Donald Trump.
Leavitt dijo en una rueda de prensa que las autoridades migratorias están priorizando la detención de “criminales violentos”.
El grupo de 10 migrantes, que fue trasladado en un avión militar desde la ciudad fronteriza de El Paso, ya se encuentra en un centro de detención en Guantánamo, según comunicado del Pentágono.
El arresto en la isla será “temporal”, indicó el Pentágono, hasta que los migrantes puedan ser “transportados a su país de origen u otro destino apropiado”.
La administración de Trump ha lanzado una ofensiva contra los más de 11 millones de migrantes indocumentados en el país, llamándolos “criminales” y prometiendo ejecutar la mayor campaña de deportación en la historia de Estados Unidos.
En sus primeras semanas en el poder, las autoridades han apresado a más de 8 mil personas en todo el país, señaló la portavoz de la Casa Blanca en la rueda de prensa. De ellas, más de 400 han sido liberadas debido a la falta de espacio en los centros de detención o por “condiciones médicas graves”, agregó.
Trump contra los migrantes
Trump ordenó ampliar la capacidad de detención en la base naval de Guantánamo para albergar a más de 30 mil personas y el Pentágono ha desplegado ya más de 150 militares para esa tarea.
Entre los militares desplegados se encuentran infantes de marina y otros militares del Comando Sur de EE UU, encargado de Latinoamérica.
El 29 de enero, al firmar el memorando para ampliar la capacidad del centro de migrantes en Guantánamo, Trump afirmó que la medida busca “detener a los peores inmigrantes ilegales criminales que representan una amenaza para el pueblo estadounidense”.
Bajo la ley estadounidense, vivir en el país sin autorización o estatus legal no es una falta criminal sino civil. Por lo tanto, es falso que las personas indocumentadas tengan de por sí un “historial criminal”, como ha asegurado el actual gobierno.
Cruzar la frontera sin inspección -codificado como ‘ingreso indebido’- o intentar entrar en EE UU después de haber sido deportado o expulsado sí está tipificado en la legislación penal: el primero como un delito menor y el segundo como un delito grave. Múltiples estudios, incluida una investigación de la Universidad de Stanford que analiza datos desde la década de los años sesenta, han encontrado que los migrantes tienen menos probabilidades de cometer crímenes o ser condenados por un crimen que las personas nacidas en Estados Unidos