La Corte Constitucional de Ecuador, con siete votos a favor de sus nueve magistrados, aprobó este 7 de febrero la despenalización de la eutanasia, convirtiéndose después de Colombia en los únicos países de Latinoamérica en las que se permite a los médicos ayudar a morir a un enfermo sin tener que ir a la cárcel.
En un comunicado, el máximo tribunal de Ecuador destacó que la sanción por homicidio -con la eutanasia- “no podrá aplicarse al médico que realiza un procedimiento de eutanasia activa en aras de preservar los derechos de una vida digna y al libre desarrollo de la personalidad del paciente”.
Esta sentencia de Ecuador que despenaliza la eutanasia se logró con el caso de Paola Roldán, una mujer de 42 años que padece esclerosis lateral amiotrófica (ELA), una enfermedad degenerativa, incurable y dolorosa.
Sin embargo, la corte declara también la “constitucionalidad aditiva” del artículo seis del Código de Ética Médica, de modo que faculta a un médico para realizar el procedimiento de eutanasia dentro de las condiciones contempladas por la misma corte para que no sea sancionado por homicidio.
Roldán tuvo una batalla legal con el Estado ecuatoriano desde agosto de 2023 para lograr este fallo histórico. Pero, para que ella pueda tener acceso a la eutanasia, el máximo tribunal de ese país pidió que se redacte una ley para regular el procedimiento, lo que estará a cargo de la Defensoría del Pueblo y de la Asamblea Nacional (Parlamento), mientras que el Ministerio de Salud Pública tendrá que elaborar un reglamento.
La Defensoría tiene seis meses máximo para tener el proyecto de ley listo, mientras que la cartera de Salud tiene dos para hacer el reglamento; aunque la Asamblea Nacional tiene un año para aprobarla.
“He vivido una vida plena y sé que lo único que merezco es una muerte con dignidad”, explicó Roldán durante la audiencia de su caso, celebrada el 20 de noviembre de 2023, donde compareció a través de videoconferencia desde su cama, en la que estuvo asistida por respiración artificial y cuidada a cada momento por su esposo.
En América Latina, solo Colombia despenalizó la eutanasia en 1997. Los parlamentos de Uruguay y Chile discuten proyectos al respecto, mientras que en México existe la llamada ley del “buen morir”, que autoriza al paciente o su familia a solicitar que la vida no sea prolongada por medios artificiales.