El Gobierno de Brasil declaró el estado de emergencia sanitaria en la reserva indígena Yanomami, la más grande de ese país, ante la falta de atención médica a su población, que sufre casos de desnutrición infantil y malaria.
El jefe de Estado, Luis Inácio Lula Da Silva, creó un comité de coordinación para combatir la desasistencia a esa comunidad indígena y se espera que visite la región este 21 de enero para conocer el estado de los niños, según una publicación del Diario Oficial la noche de este viernes.
La declaración de emergencia sanitaria la firmó la ministra de Salud, Nísia Trindade, quien montará además un centro de operaciones de emergencias en salud pública para “planear, organizar, coordinar y controlar” las medidas que se tomen para resolver la situación.
“Sumaremos todos los esfuerzos para garantizar la vida y superar esta crisis”, afirmó el mandatario progresista en sus redes sociales.
Al líder del Partido de los Trabajadores (PT) le acompañará la ministra de los Pueblos Indígenas, Sônia Guajajara, quien alertó sobre la crisis “humanitaria” y “sanitaria” que enfrentan los yanomamis, también golpeados por la fuerte presencia de mineros informales, principalmente buscadores de oro.
La reserva indígena Yanomami es un vasto territorio de casi 10 millones de hectáreas y donde viven actualmente más de 30.400 personas, según datos oficiales.
En la década de los años noventa, los yanomamis perdieron una quinta parte de su población por culpa de enfermedades importadas por mineros informales, cuyo trabajo intentó legalizar Bolsonaro, defensor de la explotación de los recursos naturales de la Amazonía.
Lula prometió que durante su mandato, que se extenderá hasta el 4 de enero de 2027, protegerá a los pueblos indígenas y acabará con la destrucción en la selva amazónica, que alcanzó niveles récord de deforestación con Bolsonaro en el poder.