A ocho aumento el número de migrantes fallecidos tras ser atropellados por un conductor de origen hispano a las afuera de un refugio en Texas este domingo, luego de que uno de los que resultaran heridos falleciera en el centro de salud al que fue trasladado.
El anuncio lo hizo el teniente de la policía de Brownsville, Texas, Martín Sandoval, quien explicó en un primer momento que en el incidente murieron siete personas y otras 10 resultaron heridas con varios niveles de gravedad.
Sandoval indicó que el conductor, actualmente apresado por las autoridades, no está cooperando. Por ende, aún desconocen si el atropello de los migrantes fue intencional o no.
El funcionario añadió que las autoridades obtuvieron una muestra de sangre del conductor y que se ordenó una prueba de toxicología para determinar si había consumido drogas o alcohol.
“La policía de Brownsville nunca ha adoptado la postura de que se tratara de un acto intencionado, pero es un factor que tenemos que analizar”, dijo Sandoval.
Agregó que el chofer del vehículo será procesado por conducción peligrosa, pero podría ser objeto de otros cargos, según la policía.
Los migrantes, la mañana del domingo, estaban fuera del Centro Obispo Enrique San Pedro Ozanam, en la ciudad tejana de Brownsville, esperando un transporte que los llevara a otros estados, incluido Nueva York. Estaban sentados en la parada de autobuses cuando una camioneta Land Rover embistió contra ellos matando al menos a siete personas al instante.
Víctor Maldonado, director del albergue, afirmó que la mayoría de los fallecidos son de nacionalidad venezolana.
Los medios indican que el albergue Centro Obispo Enrique San Pedro Ozanam es el único que opera en horario nocturno en la ciudad de Brownsville y gestiona la liberación de miles de migrantes de la custodia federal.
Chavismo y oposición reprochan muerte de migrantes
Luego del incidente, el Ministerio de Relaciones Exteriores emitió un comunicado en el que hace un exhorto a las autoridades estadounidenses a investigar lo ocurrido con los migrantes y esclarecer los hechos; esto con el fin de que se despeje la duda de que fue un ataque por presunta xenofobia.
De igual forma, la Cancillería expresó su pesar en nombre de la administración de Nicolás Maduro por los fallecidos.
Por su parte, el comisionado de la secretaría general de la Organización de Estados Americanos para la crisis migratoria, David Smolansky, manifestó en Twitter sus condolencias y advierte que en los últimos siete días, al menos seis migrantes murieron en rutas migratorias y otros 115 han sido deportados.
Ese número coincide con el avión de Aerolíneas Estelar que trasladó a un grupo de 115 venezolanos que estaban varados en la frontera entre Chile y Perú desde hace varios días.
Por su parte, el expresidente de la Asamblea Nacional de 2015, Juan Guaidó, calificó de “doloroso” lo sucedido con migrantes en Texas y expresó que estas personas se encuentran vulnerables debido a que “huyen expulsados” del país. Pide además que se esclarezcan los hechos y se castiguen a los responsables.
La presidenta de Encuentro Ciudadano, Delsa Solórzano, también expresó su indignación por la muerte de migrantes y dijo que cada venezolano que parte del país en busca de nuevas oportunidades “es a causa de la dictadura criminal que nos oprime y nos deja sin oxígeno”.
El centro de Brownswille registró en las últimas semanas una importante presencia de migrantes, que son liberados allí luego de entregarse a la patrulla fronteriza.
La muerte de estos migrantes se produjo cuando faltan solo unos días para el fin, el próximo 11 de mayo, de la normativa migratoria Título 42, que entró en vigencia durante el mandato del expresidente Donald Trump y que continuó la administración de Joe Biden para expulsarlos con el argumento de la pandemia de la COVID-19.
Para prepararse ante los posibles problemas que genere el fin de esta normativa, por el posible aumento del flujo migratorio, se despliegan en la frontera 1.500 militares para apoyar a los agentes de la Patrulla Fronteriza de EE UU.