Ni el cambio de políticas económicas aplicado por la administración de Nicolás Maduro desde 2019 ha mejorado la reputación de Venezuela a nivel internacional, pues sigue obteniendo el peor lugar posible en el Índice Mundial de Libertad Económica (EFW, por sus siglas en inglés) elaborado por el Instituto Fraser de Canadá.
Por tercer año consecutivo, Venezuela obtuvo el 165º lugar de los 165 países medidos en este índice, con lo que se convierte una vez más en el país con menor libertad económica del mundo, por debajo de Zimbabue y Siria, países que completan el podio negativo.
A pesar de que el chavismo celebró durante todo 2022 un “crecimiento en la economía” y promovió la importancia de la economía de mercado, los indicadores que mide el Instituto Fraser apuntan a que el Estado sigue restringiendo la actividad económica y la empresa privada se ve atada de manos ante las disposiciones del Gobierno.
Venezuela obtuvo una puntuación general de 3,01 puntos, lejos de los 3,81 obtenidos por Zimbabue o de los 3,90 marcados por Siria.
El índice toma en cuenta cinco grandes indicadores al momento de hacer su medición, otorgando puntuaciones del 1 al 10. Venezuela no logró superar la puntuación de 5 en ninguno de los aspectos considerados.
- En “tamaño de gobierno” consiguió una de sus mejores puntuaciones: 4,65. En este parámetro se evalúa el gasto, los impuestos y el tamaño de las empresas controladas por el Estado.
- El segundo ítem es “derechos de propiedad”, que mide la protección otorgada a la propiedad privada, donde Venezuela consiguió apenas 2,29 puntos.
- En cuanto al tercer elemento, “moneda sana”, Venezuela obtuvo su peor puntuación con tan solo 0,94. La inflación, la devaluación del bolívar y el uso de una moneda alterna como lo es el dólar disminuyeron su calificación en este aspecto.
- En “libertad de comercio” se alcanzó el mejor rendimiento, con 4,99 puntos. Se miden las libertades que tienen las empresas privadas para comprar, vender y hacer negocios internacionalmente.
- Finalmente, en el “marco regulatorio” se obtuvo un puntaje de 2,17, gracias a una normativa nacional que no promueve la libertad económica y restringe la capacidad de los privados de hacer operaciones comerciales sin restricciones.
Cedice Libertad, organización que ayudó a recabar los datos en Venezuela para el Instituto Fraser, destacó que en la década de los años 80, Venezuela ocupaba el puesto 22 del ranking, lo que demuestra el deterioro en el ámbito de la libertad económica.
Para Rocío Guijarro, gerente de Cedice Libertad, la posición de Venezuela en el índice de libertad económica tiene mucho que ver con el proceso inflacionario que sigue padeciendo el país.
“Cuando la inflación es creciente, se incrementan impuestos y regulaciones y no se garantizan los derechos de propiedad, los ciudadanos se vuelven económicamente menos libres, lo que incide en un menor crecimiento económico, menos inversión y poca generación de fuentes de empleo y riqueza”, razonó.