El pasado 15 de enero Nicolás Maduro anunció un nuevo ajuste del “bono de guerra” que reciben los empleados públicos venezolanos, sin embargo, no se habló de un incremento del salario mínimo mensual, que se mantiene invariable desde marzo de 2022.
Para el socio-director de Ecoanalítica, Asdrúbal Oliveros, además de un aumento del salario mínimo, en el país debería producirse una reforma de la legislación laboral.
Oliveros, en una entrevista para el Circuito Éxitos con el periodista Román Lozinski, aseguró que la legislación laboral venezolana “no va con los tiempos que están corriendo”, sin embargo, piensa que no ve posible que se produzca en el corto plazo una reforma, por ser un año electoral.
Insistió en que se debe revisar el costo laboral y reformar la Ley del Trabajo, sin dejar de un lado la realidad económica.
“La otra cara de este tema es de dónde salen los recursos para pagar un aumento. A mí me gustaría que un maestro ganara más de 500 dólares mensuales, 1.000 dólares mensuales. ¿Pero tiene el Estado venezolano las condiciones actuales para pagar eso, con más de 2,5 millones de trabajadores públicos (…) El tema tiene aristas que no se han tocado: reforma del Estado, institucional, laboral, cómo aumentar la productividad”, preguntó.
Hasta ahora, el salario sigue siendo de 130 bolívares mensuales, que equivalen a 3,60 dólares de acuerdo a la tasa del Banco Central. El bono de guerra se comenzó a pagar desde inicios del 2023 tanto a los empleados públicos, jubilados y pensionados. El ajuste de este 2024, según Maduro, es “un primer empuje”.
Gobierno tiene capacidad para pagar el aumento
Oliveros informó que la administración madurista ha mejorado el flujo de sus ingresos en los últimos con el relajamiento progresivo de sanciones por parte de la administración de Joe Biden. Además, Venezuela había logrado reducir también el descuento con el que vende su petróleo, con lo que aumentaron sus ingresos en 2023, “muy superior al que dice Maduro”, destacó.
“Esto señala que el gobierno tiene la capacidad de pagar este aumento”, recalcó el socio-director de Ecoanalítica.
Respecto al ajuste de los bonos de guerra económica, Oliveros no estima que tras los ajustes haya presión inflacionaria, ni tampoco una depreciación agresiva.
“No espero deterioro en las variables inflación y tipo de cambio y sí puede mejorar un poquito el consumo”, precisó.
“Bono no es salario”: Denuncian violación a derechos laborales
En el caso del sector privado “el salario es superior al del público”, comentó el economista, aunque ambos siguen siendo bajos para el costo de vida en Venezuela.
El promedio del salario en el sector privado es de 200 dólares, que están por encima del “ingreso mínimo integral” que ofrece el gobierno madurista tras los recientes ajustes anunciados (100 dólares).
“Hoy muchos trabajadores tienen un ingreso superior a 100 dólares pero que no imputa para vacaciones, prestaciones, no hay seguros. Están en una situación de vulnerabilidad, tienen bonos, pero no salario”, comentó Oliveros.
Oliveros resaltó que los trabajadores venezolanos están atados a sueldos bajos y que eso a su vez contribuye al crecimiento de la economía informal.
“Debería cambiarse y reformarse una nueva dinámica laboral en Venezuela para que un trabajador, tanto del sector público como del sector privado, pueda recibir mayores ingresos”, explicó.
Y es que ante la falta de buenas y consistentes oportunidades laborales, la economía informal en el país ha crecido. Se calcula que hay al menos 40% de la fuerza laboral que ha decidido “ni trabajar en una empresa ni trabajar en el sector público, sino por su cuenta. Esto tiene sus complicaciones”.