El coordinador regional de la Unión Nacional de Trabajadores de Venezuela (Únete) y secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Industria Siderúrgica Nacional (Sidernat), Alejandro Álvarez, condenó el comportamiento de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en el marco del Foro de Diálogo Social, alegando que la institución se muestra demasiado complaciente con la administración de Nicolás Maduro, lo que termina coadyuvando a invisibilizar las violaciones a los derechos laborales que existen en Venezuela.
Álvarez enfatizó en que la segunda etapa del debate, cuyo inicio fue el pasado 23 de septiembre, no alcanzó ningún tipo de avance, ya que no se obtuvo la liberación de dirigentes sindicales detenidos, ni se discutió la restitución de las contrataciones colectivas erradicadas por el memorándum 2792 en octubre de 2018.
En este sentido, el líder sindical declaró que “le están lavando la cara al gobierno. No es el comportamiento que deberían tener ante este tipo de diálogo, son muy complacientes”.
El secretario general de Únete, central de trabajadores que participó del diálogo en abril, señaló que el Estado venezolano no ha aceptado en ningún momento los resultados que presentó la comisión de encuesta practicada a Venezuela por la OIT en 2018, por el contrario, responsabiliza a las sanciones norteamericanas y al “bloqueo económico” de la crisis laboral.
“El gobierno sigue diciendo que ellos no violan los derechos laborales, alegan que lo que está ocurriendo es culpa del imperialismo y el bloqueo. En eso se fundamentan sus discursos. Ellos dicen que están sentados allí para que la OIT vea su buena fe, pero que no comparten el informe de la comisión de encuesta. Eso lo dice el ministro del Trabajo Francisco Torrealba”.
La comisión de encuesta practicada al país se llevó a cabo debido a una serie de denuncias hechas en el 2015 por trabajadores y empleadores del país. El informe que la OIT presentó establece que en Venezuela no se respetan los convenios referentes a salarios dignos, que hay persecución sindical y que no existe diálogo entre Estado, empleadores y obreros.
La libertad sindical: el derecho fundamental
Luego de la finalización del foro el 29 de septiembre se hizo de conocimiento público que el único acuerdo al que se llegó en torno al convenio 87, referente a la libertad sindical, fue flexibilizar los procesos electorales para renovar las dirigencias de los sindicatos.
Además, el Estado convino respetar la decisión de las organizaciones de solicitar o no el apoyo del Consejo Nacional Electoral como establece la Ley Orgánica del Trabajo, los Trabajadores y las Trabajadoras.
No obstante, el representante regional de Únete alegó que esto no puede tomarse como un avance concreto, ya que solo se estaría respetando una normativa ya establecida, además aseveró que el Estado no va a facilitar procesos electorales que no pueda ganar.
“El tema de reanudar las elecciones sindicales es una burla. Donde el gobierno vea que tiene chance de ganar las elecciones sindicales, las va a promover. Donde no tenga oportunidad, las va a retrasar. No debe tratarse de que el gobierno flexibilice o no procesos: la legislación no obliga a que el sindicato vaya al CNE. Cuando ellos colocan eso en el documento final no están demostrando nada concreto. En materia de libertad sindical no hubo ningún avance. El hecho de haber excluido a tres centrales ya demuestra el carácter dictatorial de este gobierno”, vituperó el vocero de la central.
En este sentido aclaró que Únete, la Confederación de Sindicatos Autónomos de Venezuela (Codesa) y la Central Unitaria de Trabajadores de Venezuela (CUTV), no recibieron invitación a la mesa de diálogo por haberse negado a confirmar avances en materia laboral durante el proceso de abril.
“No firmamos el documento porque implicaba reconocer avances del gobierno en el cumplimiento de los tres convenios objeto de la queja. Eso es mentira. No hubo avances entonces y no hay avances ahora”, vociferó.
En este sentido aseguró que el eje central en torno a este convenio debe ser la liberación de los sindicalistas detenidos y el cese de la persecución sindical.
“Uno de los derechos fundamentales de la OIT es la libertad sindical, de ella se desprenden todos los otros derechos. Cuando tienes la libertad y la facultad de sentarte de tú a tú con el patrono, tienes el poder de exigir lo que quieras pedir en igualdad de condiciones. De allí se desprende la posibilidad de tener un salario justo, de tener una convención colectiva equitativa. Había que exigir la liberación de nuestros compañeros detenidos. Desde el mes de abril para acá hay más sindicalistas presos, más trabajadores presos, más trabajadores bajo esa figura de trabajadores no requeridos que no existe en la ley”.
Sobre este tema, el Observatorio Venezolano de Libertad Sindical indica que al menos 80 dirigentes sindicales tienen procesos judiciales abiertos debido a actividades relacionadas con sus cargos de representación laboral.
Discusión salarial: la vorágine de los contratos colectivos
En referencia a la creación de la mesa técnica salarial, cuyo objetivo será generar indicadores para fijar el salario mínimo, el secretario de Sidernat catalogó la iniciativa como una trampa para evadir el verdadero deber del Estado venezolano: restituir las contrataciones colectivas.
Durante el 2018, en medio de un contexto de acoso y terrorismo laboral exacerbado, el Ministerio del Trabajo promulgó el memorándum 2792, un texto que daba luz verde a las fuentes de trabajo, es decir, organismos del sector público, para desconocer los beneficios de las contrataciones colectivas -vacaciones, prestaciones sociales, utilidades y demás bonificaciones salariales- si estas eran demasiado “onerosas” para la compañía.
“La mesa técnica salarial es una trampa. Te hablan de salario mínimo porque el gobierno llevó a todos a un salario mínimo, pero nadie quiere hablar de convenciones colectivas. Aquí se debe buscar la restitución del estado de derecho. El reconocimiento de las convenciones colectivas que son ley según la Constitución y el convenio 81 de la OIT que también están siendo violados, este convenio le otorga fuerza de ley a las convenciones colectivas. Echaron para atrás 80 años de lucha sindical”, puntualizó.
“Sentarnos a dialogar no implica que haya avances”
Tras negarse a firmar el primer acuerdo en abril y ser excluidos en la segunda parte del foro, el representante de Únete alegó que mientras la dinámica siga siendo liderada por el Estado no habrá cambios significativos en la realidad de los trabajadores venezolanos.
“Esta gente que está viniendo a dirigir el diálogo son demasiado flexibles para lograr que se cumpla el informe que se emitió a través de la comisión de encuesta en el 2019. No podemos catalogar de mejora el simple hecho de sentarnos. Dialogamos cuatro días, el gobierno repite que ellos no violan derechos humanos, nos tomamos las fotos y nos vamos. La gente sigue presa, despedida, con un salario paupérrimo. Y no es solo tema de salario, también incluye las malas condiciones de trabajo. En las empresas se trabaja en condiciones de mucha inseguridad, ha habido accidentes y de eso nadie quiere hablar”.
En el mismo orden de ideas, alertó que la OIT acaba de escoger a un nuevo director general, Gilbert F. Houngbo, lo que puede ser una oportunidad para el régimen de Maduro de intentar mejorar sus relaciones diplomáticas.
“El gobierno está aprovechando que hubo un cambio de director, ya no es Guy Ryder. Ellos están jugando a que con este nuevo director puedan flexibilizar todas las presiones y lavarse la cara”, afirmó.