Para los trabajadores de las empresas básicas de Guayana, toda decisión inconsulta genera resquemor y desconfianza dentro de la clase obrera, porque evidencia una falta absoluta de dirección que conlleve a la productividad operativa en la industria y en consecuencia no beneficia el desarrollo del país.
En este sentido, Ramón Ospino, secretario general de Sutracarbonorca, destacó que si no hay coordinación y dirección para avanzar en la participación y democrática, no habrá cambios.
Explicó que trabajadores con experiencia no son tomados en cuenta para mejorar y elevar la producción, sino que son supeditados a través de lineamientos externos que “vienen de arriba”, para colocar en su lugar a personal sin conocimiento alguno del trabajo operativo.
A su juicio, ninguno de esos cambios va a generar prosperidad ni resultados en las empresas, y un ejemplo de ello son las convenciones colectivas ahora todas eliminadas.
“Son letras muertas, al igual que la Constitución Nacional, cuando un trabajador protesta y exige la discusión del contrato colectivo, cuando un trabajador exige más libertad sindical, es reprimido, es preso, es condenado, es prácticamente tratado como un delincuente, como un terrorista”, reclamó.
Destaca que en consecuencia, los empleados se han atomizado, alejado de la autonomía y de la lucha porque ninguno quiere que sus dirigentes, sus hermanos, sus compañeros de clase estén tras las rejas con expedientes crueles.
Además de esto, resaltó los niveles de corrupción que han generado producto de la falta de seguimiento, control y contraloría, debido a que “la Procuraduría de Estado no se preocupa por la realidad de estas empresas”.
Alega que así se deriva el resultado que se tiene: empresas cerradas, empresas abandonadas, empresas que no tienen futuro como consecuencia de las políticas de represión y la centralización.
“Sin duda alguna que no va a haber transparencia en el manejo, no solamente de los recursos, sino que tampoco van a velar por los derechos de los trabajadores establecidos hace muchos años, y que fueron logrados a través de la lucha sindical y plasmados en las convenciones colectivas, la Ley Orgánica de Trabajo y la Constitución” culminó.