Trabajadores del Complejo Siderúrgico Nacional Planta Camisa denunciaron abusos por parte de la junta directiva de la empresa con respecto a la distribución de las bolsas de comida que deben ser entregadas a toda la clase trabajadora por orden gubernamental.
En este sentido rechazan que la administración ofrece solo 24 horas para que los empleados pasen a recoger la bolsa que contiene entre 15 y 20 alimentos no perecederos. De no asistir, el trabajador pierde el beneficio y se desconoce qué hace la gerencia con las bolsas de quienes no buscan sus alimentos.
En entrevista con Correo del Caroní un trabajador de planta declaró que los encargados de la repartición de alimentos son el director de operaciones de la compañía, Juan Díaz y la jefa del Departamento de Recursos Humanos, Inés Rivas.
“Nos dan hasta un día nada más para retirar la bolsa de comida. Si no vas, pierdes el beneficio. Le quitan la bolsa al trabajador, se las están robando. No hay otra palabra. Si la bolsa llega el viernes nos avisan ese mismo viernes y debemos retirarla ese día”, criticó uno de los empleados.
Los denunciantes declararon que al menos la mitad de los productos son de mala calidad, pero, a diferencia de otras compañías, aseguran nunca haber recibido alimentos en mal estado, vencidos o en proceso de descomposición
Las bolsas contienen alimentos de larga duración como arroz, pasta y granos; por tanto, los productos no corren el riesgo de dañarse si no son retirados inmediatamente. Debido a ello, los denunciantes aseveran que no existe justificación para obligar al trabajador a movilizarse en sus días de descanso hasta la compañía para retirarla.
Según los testimonios, la directiva informa sobre la llegada de los alimentos a través de la intranet de la empresa y el correo institucional, a lo que los trabajadores alegan que muchos de ellos no cuentan con conexión a internet en sus casas y se enteran cuando pueden acceder a sus correos electrónicos.
“Nosotros trabajamos por guardia. Hay días que estamos por fuera. Si en esos días no la retiras, no te entregan la bolsa aun estando ahí en la planta. ¿Por qué no se puede? ¿Para dónde agarra esa bolsa? Porque eso no lo devuelven a CVG”, esgrimió Junior Capriata, empleado activo de Planta Casima.
Trabajadores aducen que es pertinente dar un plazo de entre cuatro y cinco días para retirar los víveres, ya que muchos de ellos tienen 3 días de descanso a la semana y es imposible movilizarse hasta la empresa para recoger la bolsa.
“A veces el trabajador está libre y no tiene medios para comunicarse. Se entera cuando va a la planta, dos días después. Estando la bolsa allí en el comedor le dicen que ya pasó el tiempo. Si yo no la puedo retirar porque no vine el día de entrega, ¿quién se la lleva?”, zanjó uno de los afectados que prefirió mantenerse en anonimato.
Respecto a la calidad del beneficio, los denunciantes declararon que al menos la mitad de los productos son de mala calidad, pero, a diferencia de otras compañías, aseguran nunca haber recibido alimentos en mal estado, vencidos o en proceso de descomposición.
Las bolsas de alimentos son una estrategia recurrente del Estado para mitigar la precarización del salario, el beneficio social es organizado por la Oficina Corporativa de Recursos Humanos de la Corporación Venezolana de Guayana.
La entrega de alimentos busca coadyuvar a mitigar la crisis económica, ya que, pese a que el sueldo mínimo fue aumentado en 1.704% durante el mes de marzo, el estipendio solo puede costear 10% de la canasta básica alimentaria, fijada en 382$ según las cifras del Observatorio Venezolano de Finanzas.